"Eran novios de toda la vida", así describió el vínculo entre Genaro Fortunato y Agostina Quiroga Arana la madre de la joven hace unos meses atrás cuando la noticia de la trágica muerte del joven rugbier dio la vuelta al país.
Tenían la misma edad, eran jóvenes, deportistas y vivían en la misma ciudad. Empezaron a salir a los 20 años y la relación se afianzó con el paso del tiempo.
El año pasado la pareja sanrafaelina se separó. Nunca trascendieron los motivos que quedaron reservados a la intimidad de las familias. Pero en medio del caos y la tragedia se supo que Agostina estaba embarazada de 4 meses cuando su exnovio murió. "Genaro fue el gran amor de la vida de mi hija", dijo la madre de Agostina.
A partir de ese momento, surgieron supuestos y teorías alrededor del día de la muerte. Algunos señalaron a la joven como la tercera en discordia entre Genaro y Julieta Silva, otros sostuvieron que la chica le había mandado un mensaje que había desatado la furia de Julieta. La verdad es que la misma Agostina se encargó de desmentir estos dichos, habló del embarazo y entregó su teléfono celular a la fiscal Andrea Rossi .
Su accionar ante la Justicia fue acompañado de un conmovedor mensaje en las redes sociales.
"No sé por qué tan temprano te fuiste, no lo entiendo todavía. Sólo Dios sabe lo mucho que te amé siempre y que era capaz de hacer cualquier cosa con tal de que no dejarás de sonreír. Lo único que te pido es que nunca nos abandones y seas el ángel de toda tu familia y en especial de tu hija", escribió en su cuenta de Facebook.
Genaro y su familia estaban al tanto del embarazo, la última vez que hablaron fue en agosto.
Agostina se mostró siempre muy cercana a los Fortunato: fue a las marchas en pedido de justicia y ha volcado en las redes sus apreciaciones sobre los avances del caso.
Y entre tanta desolación, el miércoles nació la hija póstuma de Genaro Fortunato: Francesca.