La novia del responsable de la mayor masacre en la historia reciente de Estados Unidos aseguró ayer que desconocía cualquier plan de atacar Las Vegas y se comprometió a apoyar la investigación.
Tres días después de que Stephen Paddock matara a 59 personas e hiriera a más de 500 en pleno centro de la meca del juego y el entretenimiento, Marilou Danley, de 62 años, volvió a EEUU desde su natal Filipinas, donde pasaba unos días de vacaciones con un pasaje que su pareja le compró.
“Nunca me dijo nada o hizo alguna acción que me alertara que algo horrible como esto pudiera pasar”, dijo la mujer de 62 años.
“Conocí un Stephen Paddock bondadoso, cariñoso y tranquilo. Nunca sospeché que estuviera planeando algo violento contra nadie”, insistió Danley, que vive en Estados Unidos hace 22 años y tiene también nacionalidad australiana.
El victimario, un contador público jubilado de 64 años, abrió fuego contra unas 22.000 personas congregadas en un festival de música country desde una habitación en el piso 32 del hotel Mandalay Bay. Se quitó la vida antes de que llegara la policía.
El móvil del atacante sigue siendo una incógnita. Paddock era un contador jubilado al que le gustaba apostar fuerte y era dueño de un arsenal. Está claro que fue un acto planificado -colocó incluso una cámara afuera de la habitación para saber si la policía llegaba a buscarlo- pero no dejó ni nota, ni carta, ni manifiesto.
Fotografías divulgadas en medios muestran parte del cuerpo del victimario en el suelo de su habitación, junto a varias ametralladoras y muchos casquillos de bala.
En total, 47 armas fueron halladas entre el hotel y su casa en la ciudad de Mesquite, a unos 130 km de Las Vegas. También se encontraron varios kilos de explosivos, miles de municiones y nitrato de amonio, un fertilizante que puede ser un fuerte explosivo.
Por lo pronto se desestimó un vínculo de Paddock con el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que reivindicó el ataque sin dar pruebas y lo llamó un “soldado del califato”. El presidente de Inteligencia del Senado, Richard Burr, dijo que la matanza no parecía ser de naturaleza terrorista.
Danley aclaró que los 100.000 dólares que le transfirió Paddock durante su viaje eran para comprar una casa para su familia en Filipinas.
“Estaba agradecida pero honestamente preocupada, primero el viaje inesperado a casa -Paddock le dijo que había conseguido un boleto barato- y luego el dinero; creía que era una forma de terminar la relación”. Según NBC News, además del giro de 100.000 dólares, el atacante había apostado otros 160.000 en casinos en las últimas semanas.