Nostalgia en la pantalla grande, el pasado nunca muere

Hay una tendencia creciente en los últimos años: la de adaptar clásicos de la televisión a la pantalla grande pero cambiándoles el tono o incluso el género. En esta nota repasamos varios de esos films, la mayoría grandes fracasos, y adelantamos los que se

Nostalgia en la pantalla grande, el pasado nunca muere

La nostalgia, esa nueva-vieja fórmula que ha encontrado Hollywood para tratar de seguir ganando dinero como sea. No es algo nuevo y es sabido que en las últimas décadas hay una falta de ideas preocupante y pocas ganas de tomar riesgos en la industria cinematográfica.

Basta con hacer un repaso a los films más taquilleros, los famosos tanques, para que se hagan una idea: remakes, reimaginaciones, relanzamientos, secuelas, precuelas. Ejemplos de esta locura: acabamos de ver la octava (sí, octava) película de la saga de “Rápido y Furioso” (Fast &Furious), el pobre Hombre Araña vuelve a relatarnos por tercera vez en 15 años su historia y hace poco se habló de una nueva versión de la casi perfecta Matrix (The Matrix, 1999), aunque después del alboroto que se armó salieron a aclarar que no se trataba de una remake ni de un relanzamiento. Nadie les cree, por supuesto.

No es ninguna novedad tampoco que se hagan largometrajes basados en series, eso ha pasado en todas las décadas. Sí la nueva tendencia es que estos proyectos sean éxitos que provoquen la nostalgia de las viejas generaciones para atraerlos al cine, pero que su contenido sea casi lo opuesto a lo que proponían esos viejos programas de televisión.

Hablamos de, por ejemplo, tomar un show de acción y convertirlo en un film cómico, atentando al gen mismo de la fuente de donde toma su contenido. Es que, claro, lo que nunca va a cambiar es que son las generaciones jóvenes las que siguen gastando en su mayoría su dinero en las salas de los cines, y son a ellos a los que hay que atraerlos. ¿Por qué entonces insisten en usar títulos viejos? No hay mucha explicación. ¿Por qué los masacran de la manera en que lo hacen? Tampoco. ¿Deberían estar condenados al Infierno por semejante pecado? Seguramente.

Por supuesto que alguna que otra apuesta ha salido bien, o fueron más pasables, como “Los Ángeles de Charlie” (Charlie's Angels, 2000), que le agregaba comedia a la serie homónima de 1976. O más recientemente “Comando Especial” (21 Jump Street, 2012), que tenía un tono más ligero que la serie de 1987 en donde trabajaba Johnny Depp. Y justamente este actor fue el protagonista de uno de los fracasos a los que hacemos mención: “Sombras Tenebrosas” (Dark Shadows, 2012).

El largometraje de Tim Burton pareció ridiculizar la emblemática serie que se emitió de 1966 a 1971 dándole un tono jocoso que el show no tenía. Una de las pioneras en arruinar grandes shows fue la paupérrima comedia “La Armada de McHale” (McHale's Navy, 1997), que adaptaba a Los Marineros de McHale (McHale's Navy, 1962-1966). Tom Arnold no le llegaba a los talones al gran Ernest Borgnine y se notó. “Yo Soy Espía” (I Spy, 1965-1968) fue un gran éxito protagonizado por  Robert Culp y Bill Cosby que fue prácticamente denostado por la película Soy Espía (I Spy, 2002), con Eddie Murphy y Owen Wilson. Otro fracaso de Depp fue “El Llanero Solitario” (The Lone Ranger, 2013), que fue una mezcla extraña y poco tenía de aquel programa protagonizado de 1949 a 1957 por Clayton Moore y Jay Silverheels.

“Brigada A” (The A-Team, 1983-1987) no era una comedia pero tampoco era tan seria, y así George Peppard, Dwight Schultz, Mr. T y Dirk Benedict mantuvieron ese tono casi por 100 episodios. No caben dudas de que el film de 2010 intentaba abrir una franquicia  y llenarse los bolsillos de dólares a través de secuelas y secuelas, pero el equipo conformado por Liam Neeson, Bradley Cooper, Sharlto Copley y Quinton “Rampage” Jackson no convenció para nada y tampoco ayudó la seriedad que le dieron a su producto.

¿Quién no habrá querido llegar a ser adulto para saltar con su coche absolutamente todo después de disfrutar de “Los Duques de Hazzard” (1979-1985)? El General Lee era lo máximo. Digamos que Los Dukes de Hazzard (The Dukes of Hazzard, 2005), con Seann William Scott y Johnny Knoxville, derraparon y destruyeron el coche. De acuerdo, acá no hay un cambio de tono tan significativo, pero la incluimos por ser casi un pecado capital lo que hicieron con este esperpento.

Otro que fracasó rotundamente fue Will Smith con su adaptación de la más que lograda serie “Jim West” (The Wild Wild West, 1965-1969). Mucha acción y aventura, y un poco de ciencia ficción, para el programa que lideraba Robert Conrad junto a Ross Martin. Smith y el pobre de Kevin Kline casi que hicieron una parodia con la espantosa “Wild Wild West” (1999). Un año antes se estrenó “Perdidos en el Espacio” (Lost in Space, 1998) que tiró por tierra a la grandiosa comedia que protagonizó Guy “El Zorro” Williams entre 1965 y 1968. Mucha acción y suspenso en el film, poco que ver con su fuente original. Inolvidable como pocas, “El Súper Agente 86” (Get Smart, 1965-1970) fue una sitcom que parodiaba en un grandísimo nivel a todas las series y películas de espías. Era imposible que “El Superagente 86” (Get Smart, 2008) pudiera ser un buen film, primero porque su nivel de comedia no podía igualar a la serie y segundo porque se tomó algo en serio y le agregó acción y aventura. Error fatal.

Como venimos repasando, el mayor problema se da cuando los realizadores piensan que agregarle “un poco de comedia” al asunto no estaría mal, pero indignan a los mayores por no respetar sus clásicos y los jóvenes no se enganchan para nada en esa mescolanza. Así pasó con “El Avispón Verde” (The Green Hornet, 2011), que recurrió a un comediante como Seth Rogen para darle vaya uno a saber qué al largometraje, porque la serie de 1966 con Van Williams y Bruce Lee se trataba de otra cosa.

En 1975 y durante cuatro temporadas pudimos disfrutar de la genial serie policial “Starsky y Hutch” (Starsky and Hutch), protagonizada por David Soul y Paul Michael Glaser. En un principio el programa era muy crudo y realista, mostrando la violencia sin ningún tipo de impedimentos. Los escritores tuvieron que bajarle el tono y ponerle más escenas románticas, lo que hizo que cayera en popularidad y eventualmente fuera cancelada. En 2004 se adaptó a la pantalla grande con Owen Wilson y Ben Stiller, sólo que en tono de comedia y riéndose un poco sobre la época y sus costumbres.

Innecesario desde todo punto de vista. “Los Vengadores” (The Avengers, 1961-1969) fue una serie inglesa que tenía una mezcla perfecta entre acción, comedia y suspenso. En 1998 decidieron hacer la película con Ralph Fiennes, Uma Thurman y Sean Connery como el villano; le sacaron la comedia y le agregaron ciencia ficción y aventura. El resultado fue algo que ninguno de los actores debe poner en su currículum vitae.

Este año pudimos ver cómo “CHIPS: Patrulla Motorizada Recargada (CHIPS, 2017)” arruinaba con muchísimas ganas el buen ganado prestigio que tuvieron los policías motorizados de Chip’s (1977-1983). El film tiene gags y chistes de dudoso gusto que no existían en el material original, y tampoco encajaron para nada bien. Y la que mostró en sus avances que se va a despegar completamente de la serie es “Baywatch: Guardianes de la Bahía” (Baywatch, 2017). Sí, “Baywatch” (1989-2001) no era la seriedad en persona, pero mostraba en cada episodio acción, drama, misterio, comedia no era algo característico en ese programa.

Los proyectos de largometrajes basados en shows de televisión son varios y de todos los géneros, aunque, vale aclarar, esperamos que no cambien el género o el tono de las series originales. Estos son algunos que tendrán en un futuro cercano su adaptación a la pantalla grande: “El Auto Fantástico” (Knight Rider, 1982-1986), “Kojak” (1973-1978), “Combate” (Combat! 1962-1967), “Dallas” (1978-1991), “El Hombre del Rifle” (1958-1963), “T.J. Hooker (1982-1986)”, “Revólver a la Orden” (Have Gun - Will Travel, 1957-1963), “Mi Bella Genio” (I Dream of Jeannie, 1965-1970), Ovni (UFO, 1970-1973), “Magic City” (2012-2013), “Detective Fantasma” (Randall and Hopkirk, 1969-1971), “Party Down” (2009-2010), Primeval (2007-2011) y Hotel Alegría (Petticoat Junction, 1963-1970), entre otros.

Este es el panorama desolador que se avecina. Podrá haber dos o tres proyectos que salgan airosos, pero como hemos visto la gran mayoría son pésimas decisiones con terribles resultados.

¿Habrá chance de que disminuyan estos atropellos y deshonras a esas series que tantos nos entretuvieron y que nos regalaron recuerdos tan lindos?

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