Corría el año 1979. Andes Talleres Sport Club era imbatible. Lograba su séptimo título anual en forma consecutiva. Por momentos, no tenía competencia. Los estadios de las provincia de Mendoza desbordan de gente. Familias enteras se acercaban a alentar su equipo de barrio.
No había diferencia entre partidos de Primera A y Primera B. Para muchos, la década 70 y del 80 fue una época dorada del básquetbol provincial. Por jugadores, equipos y concurrencia a los estadios. Pero, había un plus. Y fue la llegada de jugadores norteamericanos. Mendoza fue una plaza muy buscada por representantes y jugadores de Estados Unidos para venir a reforzar los equipos y además, hacer una diferencia económica. Era un show único.
Algunos de los jugadores que llegaron fueron catalogados como espectaculares. Marcaron diferencias y dejaron su huella. Su impronta. Otros aportaron más su simpatía y alegría que talento y jerarquía.
El primer jugador norteamericano que llegó a Mendoza fue Richie Allen. Llegó al Club Israelita Macabi, en el cual no pudo gritar campeón. Sin embargo, en el año 1995, el pivot jugó para la Asociación Deportiva Anzorena y cortó las redes. Es más, se casó con una mujer mendocina y su hijo Nicolás, hoy radicado en EEUU, jugó en la divisiones inferiores del equipo de la Sexta Sección.
Después aterrizó en la tierra del sol y del buen vino Ray Schinitzer, el norteamericano rubio. Jugadorazo. Su casa fue Atenas Sport Club y llegó en el mejor momento del club Apache en su historia. La época dorada del club. Fueron cinco títulos en seis años.
En 1980, Atenas venció en la final a Macabi, en tanto que en 1981, 1983, 1984 y 1985 superó a su clásico rival, Andes Talleres. La particularidad de Ray es que tuvo como domicilio el propio Pozo Apache.
Provocó una revolución en toda la barriada de San José. El Club Mendoza de Regatas también pateó el tablero y trajo un norteamericano: Scott Mitchell, un hombre que dejó sin dudas su huella. Mitchell jugó varios torneos Nacionales como refuerzo de Talleres, por ejemplo.
Su personalidad, honestidad y solidaridad lo llevaron a dejar sus huellas y hasta el día de hoy continúa en contacto con la gente de Regatas.
A principios de 2017, de la mano de Manolo Garcés, volvió a Mendoza y comenzó a trabajar como manager del Atlético Club San Martín. Su llegada facilitó el arribo de Spencer Mathis y Joshua White. Jugadores claves en el ascenso del Chaca a la Súper Liga. Como en la actualidad, con la llegada de Ronnie White, Murialdo fue uno de los primeros equipos mendocinos en sumar a refuerzos norteamericanos: Banks y Hollman.
Jugadores que pasaron sin pena ni gloria. El furor de los jugadores “negros” llegó en 1986. Atenas sumó a Alfred Newman y Patrick Releford, para muchos amantes del básquet, el mejor norteamericano que pisó Mendoza. Su capacidad goleadora deslumbró. En Rivadavia mostró todo su esplendor que le permitió saltar a la Liga Nacional y jugar en GEPU.
Una lesión en su rodilla le imposibilitó jugar en el máximo nivel. Un crack. Talleres, sumó a Robert Aschford, luego pasó a Anzorena. El Canario contrató a Derrick Eagliny a James Gregory, hombre que se destacaba por su altura y porque jugaba con lentes. En Macabi aún recordaban la figura de Richie Allen, por esta razón fueron a buscar a Kevin Thomas y Keith Gladney. También se sumó a esta ola “Pacífico”, que sumó a Arthur Mac Dowell's y David Reavis.
El inicio de la década del 90 también estuvo repleta de jugadores norteamericanos. Hasta Social Las Heras contrató a Carlton Jonhson y logró el ansiado ascenso a Primera A.
En San Martín jugaba Alfred Collins y convenció a los directivos del club Pacífico para que trajera a su hermano, hijo de su padre, James Parker. Jugadorazo. Mercado en la temporada 1990 se fusionó con Leonardo Murialdo y jugaron bajo el nombre de Unión Cacique Guaymallén, trajeron un norteamericano directo de la Liga Nacional, Melvin Daniels, ex Boca. Luego, contrató a Charlie Russell, un jugadorazo que también pasó por Anzorena.
Desde la provincia de San Juan llegó Andray Nicholson para colgarse la camiseta de Macabi y gritar campeón Anual en 1993. Después pasó por Regatas y UNCuyo.
Anécdotas de aquí y allá
Regatas, TNA y los mejores norteamericanos
Es una definición común de todos los amantes del básquet: "El mejor de todos fue Carey Scurry, un ex NBA, que jugó la primera temporada del TNA para Regatas. Un show en todo sentido". Luego, llegó al equipo del Lago Clarence "Mamita" Hanley, un jugador muy rendidor que venía de jugar en Sport Cañadas de Gómez. En la temporada 1994-1995, cuando Regatas besó al ascenso de la Liga Nacional, tuvo entre sus filas a Stanley Easterling. En la próxima temporada, sumó a Darrell Dumas.
Larga sequía
Tras la partida de Andray Nicholson de Regatas en 1998, Mendoza estuvo muchos años sin sumar ningún jugador norteamericano. ¿Quién rompió la sequía? La Municipalidad de San Carlos, de la mano del Oso Pérez y Pablo Coleffi, ex DT de Regatas. En el año 2014, llegó al Valle de Uco Lawrence Tyson.
Debutó en la cancha de San José pero duró poco en la provincia. Su hermano fue asesinado y lo citaron a declarar porque había sido testigo. Dejó un gran recuerdo entre sus compañeros.
Anzorena, TNA y dos norteamericanos
En la temporada 2014, bajo la conducción de Sebastián Figueredo, la Asociación Deportiva Anzorena jugó el TNA. Para reforzar el equipo, los popes de la Sexta confiaron en Rory Spencer, quien era un jugador más del perímetro que de la zona pintada.
Fue cortado al término de la primera fase y llegó Jonathan Lee Jones, un jugador que se destacaba más que nada por su fuerza y capacidad rebotera que por su goleo.
Volvió la fiebre yanqui
Como mencionamos anteriormente, de la mano de Scott Mitchell, llegaron al Atlético Club San Martín Joshua White y Spencer Mathis. Pero, Banco Mendoza también quiso revolucionar el mercado y de la mano de su directivo Nicolás Popón y su entrenador Nicolás Reig, llegó desde Uruguay Anthony Joseph, jugador que hoy está en el conjunto Chacarero. Dato curioso: los tres norteamericanos llegaron para jugar en el Nivel I, la primera categoría de ascenso del básquet local.
El Club Murialdo tras 30 años, volvió a apostar por la jerarquía norteamericana. Tras el ascenso a la máxima división, llegó a Villa Nueva Ronnie White, un pivot de 2,08 metros, que en nuestra provincia tuvo su primera experiencia afuera de su país.
Rivadavia, el TNA y sus refuerzos
El próximo lunes 23 del corriente Rivadavia tendrá su debut en la Liga Argentina (ex TNA) ante Atenas de Carmen de Patagones. ¿Quiénes debutarán oficialmente? Casey Jones y Tidell Pierre, dos jóvenes universitarios que ocuparán las posiciones de alero y pivot, respectivamente.