Normal: cambian a los autores de las amenazas

Normal: cambian a los autores de las amenazas
Normal: cambian a los autores de las amenazas

La primera amenaza de bomba en la escuela Normal Tomás Godoy Cruz se recibió el 26 de junio. Desde entonces y hasta la semana pasada llegaron a 40 las llamadas por el mismo motivo.

En algunos casos fue posible identificar el teléfono desde el que se realizó la comunicación, pero en otros no. Unos diez menores fueron citados a declarar, acompañados de sus padres.

En las pocas situaciones en que se pudo determinar qué alumno había hecho el llamado, se decidió el traslado a otro establecimiento en cuanto termine de rendir los trimestrales.

Lo que pudo empezar como una broma se repitió al punto que llegó a haber tres llamados diarios. El protocolo ante una amenaza de estas características indica que se debe evacuar el edificio -a éste asisten alumnos de jardín, primaria y secundaria- y dar intervención a la Brigada de Explosivos.

Los estudiantes fueron trasladados una y otra vez a la plaza Independencia y se cortaron las calles Rivadavia y Mitre.

Las denuncias llegaron a la Fiscalía de Instrucción 20, de Capital. La fiscal Laura Rousselle comentó que en algunos casos no fue posible determinar el origen de la llamada pero en otros sí y como se trataba de chicos de 15 años o menos, los expedientes pasaron a la Fiscalía en lo Penal de Menores.

Del total de 40 amenazas, la mayoría fue al 911, aunque algunas directamente a la escuela. Las situaciones han sido diversas: fue posible identificar unos 12 números de celulares de alumnos del colegio, pero también hubo llamados desde móviles pertenecientes a adultos (probablemente allegados de los chicos), otros con chips no registrados y hasta algunos que se estima son celulares robados, además de llamadas de teléfonos públicos. De ahí que algunas causas hayan pasado a la Fiscalía de Menores y otras permanezcan en la de Capital.

Liliana Curri, fiscal de Menores, detalló que se citó a unos 10 estudiantes, quienes concurrieron con sus padres. Se les tomó declaración y hubo algunos que reconocieron que habían sido autores de los llamados de falsas amenazas.

Pero como no son imputables, por su edad, corresponde a la Dirección General de Escuelas decidir qué acciones tomar.

La directora de Educación Secundaria, Mariana Gómez Centurión, explicó que algunos chicos -no supo precisar el número- van a ser cambiados de escuela, pero que se abordó el problema con mucho cuidado para sólo sancionar a los alumnos que se comprobó que habían llamado.

Por otra parte, se decidió esperar a que rindan los trimestrales para reducir el impacto del traslado. La funcionaria agregó que se ha trabajado en conjunto con los padres para decidir a qué establecimiento se los derivará.

Además se han dictado talleres en el Normal, en conjunto entre la Dirección de Orientación de Apoyo Interdisciplinario a las Trayectorias Escolares y el Ministerio de Seguridad, para que todos los alumnos reflexionen sobre los problemas que causaron las llamadas, desde la pérdida de horas de clase hasta la afectación a la comunidad por el corte de calles.

María Laura, Melanie, Sofía, Camila y Julieta son alumnas de tercero del turno mañana, pero dos veces por semana tienen clases de educación física por la tarde.

Las chicas comentaron que la primera vez que hubo una amenaza de bomba se asustaron, pero cuando los llamados empezaron a repetirse les pareció que ya no era gracioso.

Sobre todo, porque cada vez pierden unas dos horas de clase y tienen que cruzar a la plaza Independencia, lo que puede resultar peligroso porque algunos estudiantes han sufrido robos.

Las alumnas detallaron que el centro de estudiantes organizó, con los delegados de cada curso, charlas para explicar que la reiteración de llamadas no se podía considerar un chiste, y que también acudió al colegio una mujer del Ministerio de Seguridad.

Las adolescentes dijeron que si bien saben que ya han identificado a algunos de los responsables, no conocen quiénes son porque no les han informado.

Una de las consecuencias de las reiteradas evacuaciones ha sido la pérdida de horas de clase, por lo que las autoridades decidieron postergar los exámenes trimestrales.

El calendario oficial fijaba que debían tomarse entre el 28 de agosto y el 12 de setiembre, pero los alumnos del Normal rinden desde ayer hasta el 18 de setiembre.

Las estudiantes comentaron que incluso se habló de que si seguían las amenazas de bomba -la última fue la semana pasada- iban a tener que recuperar clases los sábados. “Por dos o tres no queremos venir un sábado”, comentó una de ellas, molesta.

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