La mujer fuerte del radicalismo en Santa Rosa maneja la comuna desde abril tras la partida de Sergio Salgado, aún cuando en aquel momento varios en el Gobierno preferían que siguiera un peronista.
Ordenó las cuentas municipales y discutió con Jorge Castillo, el referente de La Salada.
El domingo, en las PASO, triunfó sobre la otra favorita del frente Santa Rosa Cambia, la concejala Débora Quiroga, que había sido apoyada hasta por la vicepresidenta Gabriela Michetti.
Satisfecha por el estreno del voto electrónico, cree que los vecinos advierten la buena gestión del municipio. Se esperanza con mantener el voto del frente, que juntó el 66% del total.
-¿Cómo evalúa la modalidad de la elección?
-Destaco el voto electrónico, que fue exitoso; el único problema que hubo fue con unas máquinas que no imprimían pero fueron reemplazadas. El trámite fue más ágil, más breve y saber el resultado fue más rápido.
Las personas estaban convencidas de que era más sencillo que el sistema anterior.
-¿Y sobre el resultado?
-Queríamos desde luego hacer diferencia. Nos sorprendieron los resultados, mucho más amplios de lo que esperábamos, el frente sacó el 66%. Esperábamos un poco más del 50%, y el número final superó la expectativa.
-Cuatro candidatos había en Santa Rosa Cambia, ¿cómo mantendrá la unidad?
-Cuando formamos el frente era para esto, para armar un conjunto con varias ideas. Cada uno tenía un precandidato, todos iban a apoyar.
No tiene sentido agrupar para no acompañar después. Así lo manifestaron ayer los demócratas con el presidente del partido, más algunos representantes de la Coalición Cívica y gente del Pro.
-Concretamente, ¿qué propone a los vecinos?
-Continuar con lo que empezamos en abril. Normalizamos la Municipalidad y dimos la seguridad de que podemos cumplir con lo que corresponde sin tener que prometerlo. Cuando asumimos en abril no prometimos, hicimos y después mostramos.
Queremos hacer que Santa Rosa avance, que se creen fuentes de trabajo y las empresas sepan que vienen a un lugar con seguridad jurídica.
-Estar a cargo de la intendencia, ¿es una ventaja frente a su adversaria?
-Puede ser que nos dé una ventaja la gestión. Pero no podemos hacer política en la calle, porque estamos gestionando. La gestión nos lleva demasiado tiempo.
Por un lado beneficia porque la gente ve qué se hace, pero no nos da tiempo para ver mejor qué necesitan.
-¿Cómo se soluciona la discusión con La Salada?
-Mantuvimos una posición y la seguimos teniendo. Tiene que ponerse a reglamento con la parte técnica para proceder a la habilitación.
Esta semana se firmará un marco para darle un plazo y que definitivamente se ponga en ley. De ahí, proceder a la habilitación como cualquier otro comercio.
-Usted asumió cuando Cornejo prefería un peronista. ¿Fue un acierto?
-Si bien Cornejo quería que siguiera el PJ, yo le expliqué los motivos por los que quería que asumiéramos el municipio. Le explicamos y accedió. Yo no hubiese accedido sin su apoyo, al final fue algo acertado.
-Salgado sigue gravitando en política, ¿lo prefiere cerca o lejos?
-No creo que influencie que haya quedado libre a esperar el resultado. No es que sea culpable ni sea inocente, simplemente va a esperar el juicio en libertad. Considero que no ha influenciado, ni creo que lo haga.
