Por su mirada abarcadora, se nota que viene de un país inmenso, de desiertos y gente esforzada. Y se trasluce también su legítimo afecto por Argentina, donde representa a Australia desde hace 3 años y medio.
"Argentina siempre ha sido un país que muchos comparan con Australia; grandes territorios, poblaciones relativamente chicas, la gran mayoría descendientes de inmigrantes, inmensos recursos naturales, climas parecidos, jugamos rugby…", dice con satisfacción y aceptable castellano Noel Campbell, mientras se alegra de que visitemos "la casa de Australia en Argentina".
En pleno barrio porteño de Belgrano, la embajada es un antiguo edificio reciclado a nuevo, con un prolijo parque alrededor, decorado por dentro y por fuera con imágenes icónicas del mundo oceánico: canguros, kiwis, surfers, los "aboriginals" que viven allí desde siempre, ciudades marítimas y luminosas como Sidney.
En la sala de recepción, los empleados argentinos y australianos despliegan su hospitalidad y nos dejan cambiar de lugar todos los muebles para montar nuestro set de filmación.
Ya cómodos e integrados, comienza la charla entre Campbell y el gerente general de diario Los Andes, Luis García: "Muchos amigos argentinos me preguntan cómo hicimos para llevar 27 años consecutivos de crecimiento económico; yo les digo, ojo, no es una cuestión de cortar y pegar, pero dadas las similitudes entre los dos países, para mí es casi de sentido común mirar lo que hicimos y tomar lo que les conviene y dejar lo que no les conviene... Yo me siento muy optimista sobre Argentina, veo un potencial enorme, y lo que les falta -y esto es una observación, no una crítica- es continuidad en las políticas... En el caso de mi país, los cambios profundos que ocurrieron en los años 80 y 90 fueron parte de un proceso, no fue un evento de un día al otro ni de un año al otro, fue un proceso de 10 años. Yo veo, con los cambios que ustedes han hecho y con las reformas que proyectan, un futuro muy próspero para Argentina, y ojalá que la experiencia australiana les sea útil".
Mayor intercambio
Sobre las relaciones bilaterales, Campbell aclara que siempre han sido muy buenas, pero marca la diferencia entre los años de mayor y menor comercio mutuo: "Las estadísticas marcan que la relación es más provechosa cuando hay más intercambio: cuando un país tiene barreras, aranceles, impuestos a la importación, procedimientos muy difíciles de cumplir, obviamente el comercio va a bajar, y eso fue lo que ocurrió en el pasado reciente. Ahora, con las reformas, el incremento del intercambio comercial ha sido bastante notorio, porque Argentina está produciendo más para el mercado global, para exportación… En Australia pasó lo mismo: el crecimiento económico se afianzó cuando aumentaron las exportaciones".
Inversiones en el país
Este mayor intercambio, detalla Campbell, también se verifica en una creciente confianza de inversores australianos en Argentina: "Ya hay 55 empresas australianas aquí, mayormente del sector minero y agropecuario; justamente, hace poco, nuestro ministro de Agricultura visitó Mendoza para ver en qué cosas prácticas podemos trabajar en conjunto, como los sistemas de gestión de agua y la vitivinicultura".
Pero como no todo es economía, Campbell destaca el intercambio cultural y educativo entre ambos países: "Tenemos muchos estudiantes argentinos en Australia; tenemos una colonia de inmigrantes argentinos que comenzaron a llegar en los años 70 y se afincaron; tenemos un incremento fuerte del turismo, en ambas direcciones. En suma, honestamente creo que hay un panorama infinito para acercarnos aún más".