La música, las luces, el canto, la danza y las imágenes del mapping relegaron a un segundo plano a las palabras en el espectáculo de conmemoración del Centenario del Monumento al Ejército Libertador. La propuesta apuntó a despertar emociones y al parecer lo logró cuando las más de 1.500 personas que participaron del festejo en el Cerro de la Gloria se sumaron al grito de "Viva la Patria" del momento de cierre.
Unos minutos antes de las 21, la hora prevista para el inicio del acto, comenzaron a descender las escalinatas los integrantes de las bandas del Regimiento de Infantería de Montaña 11 y de la Policía de Mendoza. Luego de la interpretación del Himno Nacional Argentino, con el acompañamiento de la voz de Rodrigo Olmedo, y el descubrimiento de una placa recordatoria, el sitio quedó a oscuras. Entonces, la obra escultórica fue iluminada en azul; las escalinatas en rojo, verde y también azul; y la figura de José de San Martín, pensativo sobre su caballo, en blanco.
Antes de que comenzara el espectáculo, la ministra de Cultura de la provincia, Marizul Ibáñez, comentó que la presencia de la Banda Militar Talcahuano del RIM General Las Heras, con asiento en Tupungato, es significativa, ya que la creación de este grupo fue ordenada por el mismo General San Martín. También fueron llevadas las banderas de paz y de guerra del RIM 16, del RIM 22 y del Grupo de Artillería de Montaña 8.
La música de este espectáculo, que duró -tal como se había adelantado- apenas 40 minutos, tuvo algunos toques innovadores. Así, el sonido marcial de las bandas al tocar la Marcha de San Lorenzo fue matizada por la interpretación con dejos rockeros de Darío Ghisaura, mientras Carina Páez aportó su canto lírico al Himno al Libertador General San Martín.
Y así como la obra escultórica plasma en bronce distintos momentos de la campaña libertadora, de la preparación del Ejército y de la contribución del pueblo mendocino a la gesta, el mapping fue el encargado de cumplir una función similar en colores. La proyección sobre la la cara principal del monumento presentó un relato con imágenes simbólicas, de agua, fuego y la presentación de una bandera española que luego cede su lugar a la argentina y a las de Chile y Perú.
Para el cierre, un grupo de bailarines folclóricos tomó las escalinatas y danzó, ondeando banderas, hasta llegar al momento culminante, con la repetición del fragmento final del Himno Nacional y los pañuelos en el aire, al tiempo que fuegos artificiales -de muy poco ruido, por la cercanía del Zoológico- iluminaban el cielo detrás del monumento. Marizul Ibáñez -quien además estuvo a cargo de la dirección técnica del acto y del diseño de las luces- había adelantado que la idea era que apelara a los sentimientos patrióticos del público.
Para preparar el lugar para el centenario, se realizó en los días previos una intervención que incluyó la reposición de algunas piezas faltantes -como fusiles o riendas- y la colocación de una pátina protectora, para preservar el bronce.
Más de 1.500 personas
Como ocurrió cuando fue inaugurado, el Monumento al Ejército de los Andes atrajo anoche, para la celebración de su centenario, a varios asistentes. Aunque lejos estuvo de las 25 mil personas de un siglo atrás (ver aparte), el público no sólo ocupó las mil sillas que se colocaron en la playa sino que también hubo varios de pie y sentados en los muros de piedra. Los primeros en llegar fueron Miguel Ángel González y María Nieves Espíndola, quienes decidieron "salir un poco de la cueva", su vivienda en Las Heras, atraídos por la propuesta cultural y la posibilidad de pasar una nochecita al aire libre.
Como docente, a Mónica Romero el acto de conmemoración le pareció una buena oportunidad para que su hija Ornella Cubisino (12) conociera un poco más de la historia de la provincia. Así, cargaron unos sanguchitos y una bebida, también abrigo y paraguas, y subieron en una de las Trafic que dispuso la provincia para que el público pudiera subir al cerro.
En cambio, Laura y Carlos Méndez, con los pequeños Sabrina (11), Neri (9) y Valentino (6), habían llegado ese mismo día desde San Rafael, el primer destino de estos turistas de Pehuajó (Buenos Aires). Laura contó que decidieron visitar el Parque General San Martín y de ahí siguieron al Cerro de la Gloria. Cuando vieron los preparativos, preguntaron de qué se trataba y se sentaron en las sillas. "Yo no me quiero perder esto", comentó entusiasmada la mujer antes de disfrutar del espectáculo.
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