En Gimnasia saben que el domingo a las 17 se juegan todo. Una temporada, un esfuerzo maratónico de dos años donde se lograron dos ascensos al hilo, el prestigio de un plantel y de una institución. Se juega -nada más y nada menos- que la permanencia.
Por esa razón es que el plantel del Lobo no hace otra cosa que pensar en el encuentro ante Villa Dálmine, el encargado de saber si Gimnasia estará una temporada más en la B Nacional.
Para ese encuentro, Omar Labruna trata de buscar todas las alternativas posibles para hacer su trabajo: ganar y esperar los resultados de los demás partidos.
Así analiza variantes para el domingo, por eso ante la lesión de Marcelo Carrizo, Yair Marín se mantendría entre los titulares como lateral izquierdo, mientras que Neri Espinosa podría volver al carril derecho y dejar sobre la izquierda a Jonathan Lastra o regresarle la confianza a Ernesto Garín, un jugador experimentado para disputar este tipo de partidos.
La otra duda estaría en el ataque, ya que César Carranza es titular indiscutido mientras que Lucas Farías y Damián Akerman pelearían por ser el otro delantero.
Tampoco se descarta un cambio de esquema, pero es sabido que Labruna no es un entrenador de varias mucho los sistemas tácticos.
Es momento de elegir a los jugadores que están en condiciones y que pueden dar un plus en este tipo de partidos, que es cuando la experiencia y la hombría tienen que salir a la luz.