La carta enviada a la FIFA por los clubes del ascenso no pasó inadvertida en el ambiente futbolero mendocino. Independiente Rivadavia, Gimnasia y Esgrima, Deportivo Maipú y Gutiérrez SC se sumaron con su firma, aún cuando no hay una posición unánime respecto de parar, o no, el inicio de los torneos.
La postura más radical, con Omar Sperdutti, del Cruzado, a la cabeza (es vocero de los mendocinos en el Consejo Federal) pretende que el Gobierno Nacional y la AFA mejoren la oferta económica, o al menos una respuesta que los deje satisfecho, para dar el puntapié inicial. Detrás de él están encolumnados los directivos del Celeste y, en menor medida, los de la Lepra.
En la otra vereda, aunque sin dejar de acompañar la decisión que tomaron los clubes del ascenso, está Fernando Porreta, Presidente del Lobo. “Estoy en contra de que el gobierno sea el que ponga el dinero y que la discusión sea solo para mejorar los ingresos. En todo caso, debería usarse para infraestructura y mejorar las condiciones de las inferiores, por caso.
¿Por qué el gobierno tiene que pagarme para contratar un mejor delantero? La discusión es mucho más profunda que 30 mil pesos más”, confió. “El problema no es de plata. Es de la mala costumbre de los clubes y dirigentes de no presentar presupuestos y controlar balances. El despilfarro económico”, cerró Vila.
"Nadie aporta ideas concretas"
Leonel Sánchez, presidente del club Juventud Unida de San Miguel, descendido el año pasado de la Primera C, dijo que “al Ascenso lo fueron matando de a poco y la crisis es profunda”, al tiempo que fue muy duro con sus pares dirigentes al sostener que “es mentira que haya solidaridad entre nosotros y es un verso eso del ascenso unido”.
“Queda muy lindo mostrar un cartelito en defensa del ascenso, pero a la hora de los bifes casi todos miran para otro lado. Nadie aporta ayuda concreta y hay clubes que están al límite y ya no pueden más”, señaló.
Y a modo de ejemplo de un club clásico del fútbol de ascenso, Sánchez enumeró un listado de problemas que van del dominio de las barras bravas en la mayoría de los clubes a “los sueldos desorbitados que se le pagan a algunos cuando la realidad indica que los números no cierran”.
“Uno de los principales problemas fue que desde la dirigencia de la AFA en algún momento se decidió liquidar los sábados como emblema del fútbol de Ascenso. Nos pasaron a jugar los lunes, los martes, cualquier día y a cualquier hora. Entonces dejó de venir el hincha de corazón y los que están siempre son los barras, que pretenden vivir de nuestros clubes”, explicó el dirigente.
Datos de la Primera C
La divisional Primera C del fútbol de ascenso de Argentina pasó de vender un promedio de 72.600 entradas generales en la temporada 2005-2006 a 48.400 populares en el 2014-2015, según datos estadísticos que figuran en los archivos de la Asociación del Fútbol Argentino.
La caída es de casi el 34 por ciento, pero no es tan significativa porque en la temporada 2005-2006 había público visitante en todos los partidos del fútbol argentino; mientras que en el torneo 2014-2015 sólo podían ingresar a los estadios los hinchas locales.
Tanto en 2005-2006 como en los años sucesivos jugaron 20 equipos en la Primera C, por lo que el promedio de venta en esa temporada fue de 3.630 entradas; mientras que en 2014-2015 fue de 2.420 boletos.
Por otra parte, en la Primera D, la categoría más chica del fútbol argentino, mientras que en los años 2005-2006 se vendieron 48.300 generales durante todo el torneo, en la temporada 2014-2015 la taquilla fue de 29.800 populares, un poco más del 37 por ciento por debajo entre un guarismo y otro, pero también con la salvedad que en el primer caso había público visitante y en los torneos siguientes no.