Por Dis. Interiores Florencia Suárez Apatye
La gran Feria de Milán, que atrapa a artistas, profesionales y a todo aquel interesado en conocer las últimas novedades de la industria y el diseño; pisó fuerte una vez más.
Pudimos ser testigos del talento y la interacción de la tecnología, la ciencia y el lujo aplicados al diseño, tanto de espacios como de objetos.
Lo destacado
La naturaleza sigue siendo un tema predominante. Se ha transformado en una aliada para sus propuestas. Mucha vegetación en los interiores, además de elementos vinculados al agua. Una combinación que transmite armonía y tranquilad.
Entre renombradas marcas de lujo que se presentaron, podemos destacar la exhibición de objetos nómades de la firma Louis Vuitton. Una edición de inspiración viajera donde grandes diseñadores trabajaron en colaboración.
Sillón Bulbo
Con forma de flor gigante confeccionada en tela amarilla que recrea la experiencia de sentirse abrazado por las plantas.
El color es protagonista. A los monótonos tonos que se pudieron encontrar en otras ediciones; este año la apuesta estuvo en colorear la vida cotidiana, sobre todo con gamas fuertes y vibrantes.
La ironía y la capacidad de sorprender, son características de este evento que busca modificar los límites del diseño.
Espacios de Trabajo 3.0
La evolución de los espacios de trabajo se reduce a la utilización de depósitos móviles y no a los espacios físicos. Lo que lleva a las empresas que han dedicado años a esto, a mutar por equipamientos que hagan sentir como en casa a todo su personal.
Si de innovación se trata, Artemide presentó una app que permite controlar la luz de acuerdo al gusto de cada usuario. Lo novedoso es que esta aplicación puede adaptarse no solo en los interiores sino también, en espacios públicos.
La Línea es un tubo flexible capaz de adaptarse a cualquier forma y ambiente.
Su tecnología le permite ser utilizado tanto en interiores como exteriores, dando a los espacios públicos una renovación visual y operativa.
Euroluce
Este año estuvo presente Euroluce (se celebra cada dos años), un imprescindible de la iluminación. Con su presencia deja claro que la luz se ha convertido en un elemento indiscutido e indispensable para el diseño futuro. Innovación puesta en los objetos que se adecuan al constante cambio en la vida de las personas.
Disminuir tamaños, eliminar conexiones sin descuidar el diseño, son las propuestas. Algunas marcas recurrieron a la combinación de formas cuadradas y redondas para generar juegos de luces y sombras.
Las lámparas colgantes siguen tomando fuerza para los espacios. Su opulencia no pierde vigencia. Algunas firmas volvieron a las líneas del Art Decó, adaptándolas a las actuales tecnologías.
Una perfecta combinación entre tecnología y artesanía
Este año, el SaloneSatellite de la Feria de Milán propuso jugar con el ingenio en pos de la naturaleza.
En su edición 22°, el SaloneSatellite convocó a más de 500 jóvenes talentos para reflexionar sobre la relación que existe entre el diseño y los alimentos.
Bajo la temática "Food as a Design Object", el foco estuvo en repensar los sistemas de producción de alimentos, el consumo y el desecho. El gran desafío: mejorar el futuro ante la amenaza del cambio climático.
La búsqueda de soluciones a esta problemática global, repensando los sistemas de los procesos alimenticios unidos al diseño y tecnologías; fueron planteados como una posible alternativa.
Resultaron ganadores aquellos que pusieron el enfoque en el reciclado y mejora de procesos.
Es por ello que el proyecto de recuperación del cuero de Kobe (descartado en los procesos alimenticios) y la puesta en valor mediante el diseño de objetos como lámparas, fue el más premiado.
Otro galardonado fue el estudio alemán Studio Philipp Hainke con su silla Halo, la cual fue producida a base de caña de azúcar.
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