Alfredo Cornejo decidió mantenerse en el centro de la escena política. En la semana dispuso de las estrategias necesarias para hacerlo una vez más en el plano nacional y volvió a hacer sentir su peso en el terreno local, donde de tanto en tanto su estilo atrevido saca de la modorra a la dirigencia, propia y de la oposición.
Ya había impactado en Buenos Aires su crítica a la conducción energética nacional por el impacto tarifario a raíz del ajuste por la quita de subsidios.
Pero en Mendoza redobló la apuesta con el acercamiento al kirchnerismo a partir de la audiencia con Anabel Fernández Sagasti.
No sólo hizo suyo el proyecto de ley para la implementación del juicio por jurado, sacó de sus cajones la propuesta dedicada a la Justicia que incluye la polémica ampliación de la cantidad de miembros de la Suprema Corte.
Su apuesta provincial seguramente dejará marcas en la mayoría de los partidos políticos que difícilmente se borren hasta después del nuevo proceso electoral, el año próximo.
Aquella reunión de Cornejo en su despacho con la senadora nacional Fernández Sagasti marcó, a no dudarlo, el inicio de una ruptura en el justicialismo que muchos estiman durará bastante tiempo.
Se comenta que la legisladora nacional camporista, antes de aceptar el convite del Gobernador, hizo una ronda de consultas entre referentes de las distintas corrientes del PJ local, incluido el presidente partidario, Omar Félix, aunque no todos habrían atendido en esa oportunidad. Tras el visto bueno mayoritario, la joven legisladora encontró el camino despejado para su trascendental encuentro.
Lo que vino después (ley de juicios por jurado y desarchivo del proyecto para un mayor número de ministros de la Corte) pudo haber formado parte del off entre el jefe del Ejecutivo y quien el propio Cornejo ve como una eventual candidata de la oposición a competir por su sillón en la próxima cita.
Eso tuvo su blanqueo cuando el miércoles seis diputados del justicialismo ratificaron su postura acuerdista con el Gobierno y anunciaron que darían consentimiento al proyecto enviado por el Ejecutivo tras la charla con Fernández Sagasti y a la media sanción que incluye la ampliación del máximo tribunal de la provincia.
Sí llamó la atención en el contacto con los periodistas una propuesta de uno de los rupturistas, o acuerdistas, Jorge Tanús, que presentó un proyecto para modificar la ley que fija la composición y funcionamiento de la Corte en el que deja especificado que la misma se compondrá de nueve miembros y que para su nombramiento se requerirá el voto de los dos tercios de los integrantes del Senado presentes en el momento del tratamiento, algo que ahora no se exige.
¿Prosperará el proyecto de Tanús con esa mayoría especial para sumar ministros a la Corte? Posiblemente los tiempos del cornejismo fijen otras prioridades.
En ebullición. Probablemente el partido más afectado por la repercusión legislativa del acuerdo entre Cornejo y el camporismo sea el Justicialista.
La polémica llegó justo en medio de la definición de los cargos legislativos para el período que comienza el 1 de mayo.
La convivencia entre el sector “de los intendentes” y el de los K no venía del todo bien y las diferencias repercutían más aun a raíz de la discusión por los lugares a ocupar a partir del período que comienza.
Hay quienes aseguran que la posibilidad de división del bloque en Diputados era previa y que los proyectos acordados por el camporismo con el Gobierno fueron el detonante.
Llamó la atención que el viernes se conociera casi simultáneamente la decisión del oficialismo de postergar para después de la asunción de los nuevos legisladores el debate por la ampliación de la Corte y la del PJ provincial de postergar la conferencia de prensa en la cual la dirigencia no kirchnerista ni ciurquista pretendía expresar su desagrado por la situación planteada, entre otras consideraciones.
Voceros del PJ confirmaron que el titular del partido, Omar Félix, decidió no hacer el encuentro con los periodistas al conocer la versión de la postergación de la sesión. ¿Se realizará dicha rueda de prensa en algún momento? Será una cuestión de tiempos políticos.
De lo que sí están seguros en la conducción actual del PJ es que a partir de mayo será muy difícil mantener unidos los bloques, por lo menos en Diputados.
Las consecuencias del acuerdo con el que el oficialismo quebró la voluntad de varios justicialistas sin duda trascenderán el recambio de bancas que se producirá la próxima semana.
Es por ello que el sector legislativo del peronismo vinculado con los intendentes, en el que se encuentra el jefe partidario, están convencidos de que el cornejismo contará con los votos necesarios para hacer ley la propuesta de nueve miembros de la Suprema Corte, contando con los ya anunciados díscolos e incluso “algunos más desde la oposición”, según aseguran con bronca y resignación en el propio peronismo. Con la nueva conformación, la oposición recaerá en el justicialismo (¿con o sin acuerdistas?), el FIT y el recién llegado Partido Intransigente, de Ramón y Vadillo.
A su vez, desde la presidencia de la Cámara de Diputados, que decidió postergar la sesión de la polémica, Néstor Parés se encargó de hacer trascender que de ningún modo se puede pensar en que la discusión sobre la Corte quedó otra vez de lado. Reitera que son “maliciosas” las versiones sobre el sentido de aumentar los integrantes de la Corte y que lo que busca el Gobierno es refuncionalizar definitivamente el Poder Judicial.
Pero está claro el pensamiento: “Queremos un debate serio y espero tener un sector del peronismo que quiera dar ese debate”. Una clara apuesta a una oposición no uniforme.
En cuanto a los demócratas, mantienen diferencias internas casi irreconciliables por el momento y una postura con respecto al gobierno de la Provincia que los pone cada vez más afuera del espacio oficialista.
Desde la conducción partidaria (diputado Marcos Niven) se emitió un documento muy crítico hacia Cornejo por su acuerdo con Fernández Sagasti, en el que acusan al Gobernador de intentar retomar el vínculo con el kirchnerismo que hace más de diez años gestó la fórmula Cristina-Cobos.
Del otro lado aparece el sector de dirigentes que ocupan cargos en el Gobierno, pero que no están representados en las bancas. Richard Battagión, uno de los referentes, dice no estar en contra de las diferencias en un espacio oficialista, pero estima que “una disidencia no puede llevar a la fractura del espacio político. La diferencia debe llevar a la negociación y el acuerdo”.
Cornejo cerró una semana de gran protagonismo mediático en Buenos Aires. No sólo fue consultado por su propuesta sobre las tarifas del gas; hubo también interés por aspectos de su gestión como gobernador y el entendimiento con parte del kirchnerismo llamó mucho la atención.
Muestra una provincia ordenada administrativamente y un liderazgo político que en algunos casos, como ahora, se consolida por el resquebrajamiento de los sectores de la oposición. Al retornar la iniciativa política, gana tiempo para aplazar en parte la pelea interna por su sucesión, que seguirá siendo el gran tema.