Tenés previsto volar, por ejemplo, a Hong Kong, y encontraste un buen precio en un vuelo de ida y vuelta con escala en Londres. Sin embargo, digamos que por cuestiones profesionales o personales, te ves obligado a quedarte en la capital inglesa y renunciar a la segunda parte del trayecto...
O pensás viajar a Lima pero con el objetivo de gastar lo mínimo, conseguís un pasaje a Bogotá con conexión en la capital peruana por un mejor precio que uno directo. Así que decidís comprarlo, pero bajarte a mitad del camino. Si tu caso es parecido, tené cuidado, puede que la decisión te acarree gastos imprevistos y, tal vez, algún que otro dolor de cabeza.
El motivo no es otro que una cláusula que incluyen muchas aerolíneas, que penaliza al pasajero que compra un pasaje compuesto por varios trayectos -generalmente ida y vuelta- y que, al no utilizar uno de ellos, anula automáticamente los demás. Se trata de la cláusula 'no show', una controvertida condición que las compañías suelen hacer constar en la letra chica de sus pasajes y que aplican alegando pérdidas económicas porque, según sus argumentos, a pesar de quedar una plaza libre, no puede ser adquirida por ningún otro viajero.
La alemana Lufthansa se encuentra sumergida en un pleito con un viajero que dejó libre el último tramo de un vuelo en clase Business. La compañía alemana pretende que el individuo se haga cargo de la diferencia respecto al precio original sin escala. La polémica está servida.
Mientras tanto, las empresas dedicadas a la tramitación de compensaciones aéreas recomiendan a quienes se encuentren en esta situación que reclamen.