La final del Mundial de Clubes de mañana, en Marrakech, entre el Real Madrid y San Lorenzo supondrá el reencuentro en ese duelo decisivo de la competición de Cristiano Ronaldo y el entrenador Edgardo Bauza, que ya perdió este torneo ante el astro luso.
Fue en la edición de diciembre de 2008, disputada en Japón, y ambos militaban en clubes distintos: el atacante del Real Madrid vestía entonces los colores del Manchester United inglés y Bauza, el estratega actual de San Lorenzo, estaba en el banquillo de la Liga Deportiva Universitaria de Quito.
Eran, como ahora, los equipos campeones de Europa y de la Copa Libertadores, y se vieron las caras en la final en el flamante estadio de Yokohama, escenario de la final del Mundial 2002, ante casi 70.000 espectadores.
El United estaba entonces en uno de sus mejores momentos y tenía un equipo de ensueño, dirigido por ese entonces por el escocés Alex Ferguson y con un temible tridente ofensivo Wayne Rooney-Cristiano Ronaldo-Carlos Tevez, pero también con hombres destacados como el capitán Rio Ferdinand o el arquero Edwin Van der Sar.
El desafío se presentaba de primera magnitud para la Liga de Quito, que había ganado 2-0 al Pachuca mexicano en las semis, donde los ingleses habían tenido que esforzarse para derrotar al Gamba Osaka local (5-3).
Pese a que el equipo de Bauza llegaba con el cartel de punto, como ahora lo hará San Lorenzo ante el Madrid, el equipo ecuatoriano sorprendió con un planteo valiente y plantando batalla al campeón de Europa.
Resistió bien en la primera parte e incluso empezó a soñar con el título cuando su rival se quedó con un hombre menos, por la roja al serbio Nemanja Vidic.
Pero los minutos pasaban y el United no sólo resistía, sino que se permitió conseguir un gol por medio de Wayne Rooney a pase de Cristiano Ronaldo, que terminó suponiendo el triunfo definitivo (1-0). Así, el Patón debió conformarse con el subcampeonato, mientras CR7 subía con sus compañeros a recoger la medalla de campeón, antes de levantar el trofeo mundial.
Cristiano y mucho más
Un día antes incluso de la semifinal ganada el miércoles por San Lorenzo al Auckland (2-1), Bauza fue preguntado por esa posibilidad de reencontrarse con Cristiano Ronaldo en la final y si lo afrontará con ánimo de revancha.
“Ojalá pueda enfrentarme de nuevo a él, porque eso querría decir que vamos a jugar la final. Sería la segunda que me toca enfrentarme, pero como se demostró aquella vez, él no juega solo. Entonces tenía al lado a Tevez y a Rooney, el Manchester United tenía un gran equipo”, recordó.
Finalmente su deseo se hizo realidad y el Ciclón estará mañana en la gran final, con el reencuentro Bauza-Cristiano seis años después.
El portugués llegará al partido con ganas de demostrar su talento, después de haberse quedado sin marcar en la semifinal del martes ante el Cruz Azul mexicano (4-0), donde se conformó al menos con dar dos asistencias.
CR7, favorito para ganar en enero en Zúrich su tercer Balón de Oro, quiere saciar su ambición ahora en la final para confirmar su gran momento, que en la Liga española le está permitiendo tener unos números espectaculares, con 25 goles en apenas quince jornadas.
Lionel Messi, su gran rival, fue además dos veces campéon del Mundial de Clubes y en las dos fue elegido el mejor jugador del torneo. Cristiano ganó el torneo en 2008, pero el premio al mejor fue para Rooney, por lo que ahora intentará también sacarse aquella pequeña espina de Japón.
San Lorenzo hizo apenas 10 goles más que cristiano en el año
Cristiano Ronaldo acumula en 2014 casi tantos goles como todo San Lorenzo. El portugués suma 56 goles en partidos oficiales, en tanto todos los jugadores del Ciclón marcaron apenas diez goles más.
La comparación es más nítida si se toma en cuenta el promedio de goles del jugador y del equipo. San Lorenzo jugó 56 encuentros oficiales, en los que anotó 66 goles, con una media de 1,18. CR7 actuó en 51 juegos y anotó 56 tantos, con 1,1 de eficacia.
Sin embargo, la otra razón de tan extraña simetría hay que buscarla en el escaso poder de gol de San Lorenzo. Su goleador en el año es Matos, que llegó a nueve tantos con el tanto ante Auckland City. Mauro había sido el artillero en la Libertadores con tres tantos. Luego viene Ortigoza, que anotó siete tantos, todos de penal.
