Daniel Garnero enfrentó la zona mixta, tranquilo, a los medios y hasta arrancó la charla dejando una clave sobre cómo reaccionan los equipos después de ganar un clásico.
“Hay estudios que dicen que después de los clásicos los equipos se relajan un poco, más en clásicos de ciudad que son tan fuertes como el de la semana pasada con Gimnasia o los de Rosario o La Plata. Es difícil ganar el clásico y después volver a ganar porque inconscientemente el jugador se relaja, por eso hay que realzar este triunfo que es muy importante para nosotros”.
Ya hablando del partido, el entrenador hizo referencia al triunfo pero también hizo un poco de mea culpa: “Nos faltó tener la pelota, pero es entendible porque venimos de la semana post clásico y sumarle que se siente el cansancio del partido con Gimnasia porque jugamos con barro y eso nos complicó desde lo físico. Sólo nos faltó tenerla”.
Otra de las claves es que Independiente sólo sufrió un gol en contra en los últimos tres partidos, algo que le ayuda para solidificar el trabajo del fondo y prenderse entre los de arriba: “Todo suma, el hecho de haber terminado con el arco en cero es muy importante, sacar 7 de 9 puntos ayuda muchísimo en el estado de ánimo y a trabajar más tranquilo para tratar de corregir lo que no hacemos bien”.
En cuanto al equipo y los posibles cambios, Garnero aseguró que cuenta con todos los jugadores que tienen en el plantel: “Yo tengo un plantel, por eso les digo a todos que estén preparados. Este torneo es largo y hay que sufrir lesiones o bajones de rendimiento y el que está afuera, estar listo para que el funcionamiento no se resienta”.
Lejos de encandilarse con el triunfo, Garnero asegura que hay cosas que mejorar: “Hoy no me pareció que el problema sea el equilibrio. Antes de abrir el marcador jugamos por abajo, controlamos la pelota, pero tenemos ese problemita, que hacemos un gol y queremos cerrar el partido. Eso está bueno cuando faltan die z minutos, pero no cuando falta una hora”, cerró.