Economía
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hace 6 horas
La primera semana de cuarentena, cuando la mayor parte de la población no tomaba conciencia de lo que implicaba esta situación, para muchos fue la oportunidad de quedarse en casa y disfrutar de un asado. Así, en numerosos almacenes se acabó la leña que tenían y no han recibido más. Por otra parte, con el decreto de aislamiento no están trabajando las tabacaleras, por lo que ya ha empezado a haber faltantes de ciertas marcas de cigarrillos.
Gustavo Suárez, tesorero de la Cámara de Kiosqueros de Mendoza, que también agrupa a los almacenes, detalló que los repartidores de leña no están entregando a los negocios y desconocen si es por dificultades para circular o de abastecimiento, porque los proveedores habituales directamente no atienden el teléfono.
El kiosquero detalló que tienen grupos de Whatsapp por zona y que los de Guaymallén, Capital, Luján y Godoy Cruz son los que más están pidiendo contactos de alguien que pueda venderles madera. Pero Suárez indicó que incluso en los supermercados está quedando poca.
Como lo habitual es que el repartidor de leña vaya una vez por semana, los primeros días de aislamiento preventivo los mendocinos pudieron disfrutar del asado. La segunda ya empezaron los problemas y algunos kioscos y almacenes recibieron al repositor, mientras otros no. Y esta, ya no le han entregado a nadie.
Pero no sólo habrá que pensar en alternativas al asado, sino que también pueden empezar a escasear los cigarrillos. Suárez explicó que la fábrica está cerrada, porque no se considera una actividad esencial, y ya hay faltante de marcas importantes. Desde las tabacaleras se comunicaron con la entidad para informarles que queda stock para cinco días más.
El directivo de la Cámara de Kiosqueros de Mendoza señaló que son 5 mil los negocios de este tipo en la provincia y que la cuarentena los ha afectado porque se trata de negocios que dependen mucho de la circulación de la gente. Las ventas en los que están ubicados en el microcentro han caído entre 80 y 90%, y 70% en los comercios de barrio.
Además, los kioscos no sólo venden alimentos sino también otros productos como librería y electrónica, y quienes les proveen de estos artículos también están en dificultades porque no están excluidos de las limitaciones para circular. Esto, estimó, es lo que probablemente está ocurriendo con la leña.
