A cuatro meses de la desaparición del ARA San Juan, nada se sabe acerca de la ubicación del submarino con 44 tripulantes. La búsqueda se mantiene "viva" públicamente, al menos, a través de los testimonios de los familiares de las víctimas. Sin embargo, el papá de uno de los submarinistas sorprendió con su pedido: "Yo no quiero que se los busque más".
Jorge R. Bergallo es un capitán de navío retirado cuyo hijo, Jorge Ignacio Bergallo, iba a bordo del ARA San Juan. No sólo comparte el dolor por su ausencia con su familia sino que tiene que vivirlo en su profesión, ya que integra la comisión investigadora que constituyó el Ministerio de Defensa.
Al exponer ante alumnos y profesores en la Universidad de Belgrano de la Ciudad de Buenos Aires, Bergallo manifestó su opinión personal acerca del rastreo de la nave, de la que sólo se determinó que sufrió una explosión.
"Desde el primer momento se habló de la desaparición del submarino, pero lo que corresponde es decir que naufragó. Ni el Titanic ni el crucero General Belgrano desaparecieron. Naufragaron y se hundieron", dijo el papá del capitán de corbeta Jorge Ignacio Bergallo, en declaraciones citadas por diario La Nación.
Las palabras que siguieron dejaron al descubierto una realidad que, hace cuatro meses, cambiaron la vida de 44 familias. "En mi más íntima convicción, yo no quiero que se los busque más. El sepulcro de todos ellos es el mar. Dejémoslos allí. Yo quiero saber qué pasó. Pero nada garantiza que la continuidad de la búsqueda tenga éxito", expresó Bergallo.
El capitán de navío retirado forma parte de una comisión voluntaria que le envió varios informes sobre el caso del ARA San Juan al ministro de Defensa, Oscar Aguad. Hasta el momento, la Armada Argentina sigue sosteniendo la hipótesis de que el submarino sufrió algún desperfecto que provocó la explosión, en virtud del evento anómalo, violento y no nuclear detectado por una agencia internacional.
Hace algunos días, se dio a conocer el último mensaje cifrado que envió el ARA San Juan antes de perder contacto con la Armada en noviembre pasado. El comandante Pedro Fernández dijo que estaban "fatigados" luego de soportar una tormenta con olas de hasta seis metros en superficie.