Los bonos argentinos se encuentran en una situación de fuerte estrés financiero. El cisne negro generado por el coronavirus hizo que las chances sobre tener éxito en las negociaciones con la deuda se compliquen seriamente. De todos modos, los bonos argentinos cotizan con niveles de paridad de entre 25% y 30% y la pregunta clave es ¿cuánto más abajo pueden llegar a ir? Analistas consideran que mientras las negociaciones sobre la deuda continúen, las paridades podrán mantenerse en estos niveles y solo con la declaración de un default, los bonos podrían caer aun mas y llevar a paridades aún más deprimidas.
Toda la curva soberana argentina muestra significativas caídas en todos sus tramos. El tramo corto de la curva local cae casi un 40% en el ultimo mes. Los bonos del tramo medio se desplomaron un 35% a 45%, al igual que la parte más larga, la renta fija argentina. Esto hizo que toda la curva opere con paridades debajo del 30%, con un promedio de 25%. Si bien estos precios reflejan valores en default , analistas del mercado creen que mientras no se declare el default, los precios podrían estabilizarse en estos valores. Ahora bien, si la negociación se dilata, la caída puede seguir su curso hacia niveles inferiores.
Juan José Vázquez, head de research de Cohen remarcó que en este escenario ya hay países postergando el pago de su deuda y con paridades de u$s 18 a u$s 25. Dicho ello, Vázquez ve difícil ver a las paridades de los bonos en niveles aún más deprimidos siempre y cuando se negocie y no se imponga un default.
“Ecuador que ya postergó el pago de servicio de su deuda y posee bonos en dólares con paridades de entre u$s 22 a u$s 25. Líbano cotiza en paridades de u$s 18 y va a presentar una propuesta a los acreedores esta semana. Dicho ello, me cuesta imaginar nuestros bonos con paridades más bajas a las actuales en tanto y cuando se negocie y no se imponga un default. Los precios actuales convalidan quitas excesivamente altas con exit yield en niveles de 11%”, dijo el head de research de Cohen.
Francisco Mattig, analista de estrategia de Consultatio considera que se deben dar señales claras de que el default no es una opción.
“El miedo de que un contexto internacional más complicado te pueda llevar a abandonar el intento de la reestructuración está latente y de allí es que se justifica el riesgo a la baja que aún tienen los bonos argentinos. Ecuador y Líbano ya defaultearon y valen u$s 15”, señaló Mattig Para Mattig, es probable que los bonos se ubiquen en paridades mayores a 25% y se esperen ahí la primera oferta siempre y cuando no se acelere el deterioro sanitario.
“La primera oferta de canje probablemente sea agresiva: las proyecciones de Guzmán así lo indican y los lineamientos del FMI también, sobre todo los targets de necesidades brutas de financiamiento. Ese también es un factor que juega en contra de una recuperación mayor si el contexto global sigue mejorando o no empeora”, dijo el analista.
Impactos sobre la postergación en las negociaciones
Dado el actual contexto, está prácticamente descontado que el cronograma planteado por el gobierno en relación a la deuda no se va a cumplir. Dada la acumulación de vencimientos y la falta de recursos para hacer frente a los mismos podría hacer que se den nuevas presiones bajistas para los bonos.
Sobre este punto, los analistas de Balanz señalaron que desde la compañía esperan que las negociaciones relacionados con la deuda probablemente se extenderán más allá del tercer trimestre.
“En el corto plazo, los bonos pueden mostrar caídas importantes incluso desde estos niveles, en caso de concretarse el evento de default y dependiendo de la magnitud y duración del impacto de la crisis sanitaria en la economía”, advirtieron. Por su parte, desde Quinquela Fondos entienden que la dilación en el cronograma impuesto, la falta de definiciones claras y la amenaza latente de que se gatillen los CDS explica la valuación actual de la deuda.
“Entendemos que el principal problema es la acumulación de vencimientos y el perfil de servicios de la deuda extranjera, pero con las herramientas con las que cuenta el gobierno como la extensión de plazos, años de gracia en el pago de intereses, recorte de capital y reducción de cupones, podría generar el alivio que haga sustentable el nivel de deuda.
Por otro lado, los analistas de Quinquela Fondos no imaginan un escenario disruptivo como en 2001 por lo que a estas valuaciones ven valor en el tramo medio de la deuda Ley NY aunque advierten que no hay que perder de vista que nos encontramos en un contexto de alta volatilidad global. Además advierten que si se dilatan las negociaciones, podremos ver paridades más bajas en los bonos locales.
“En la medida que se dilaten las negociaciones podemos ver paridades acercándose a mínimos como el 20% en 2001, 20% a 25% en 2008 o no tan lejos en el tiempo niveles del 15% como los alcanzados por Líbano al momento de suspender los pagos”, advirtieron.
Un escenario global histórico
El mercado global se encuentra bajo una situación histórica. Las caídas de los activos financieros son no solamente generalizadas sino también que son históricas en cuanto a su magnitud y rapidez.
Los bonos de todo tipo de calificación crediticia están cayendo de manera abrupta ya que el parate total de la economía deja a todas las compañías y deudores en una situación de fuerte debilidad y con riesgos de incumplimiento.
La crisis del coronavirus encuentra a Argentina muy mal parada, lo que hace que tanto los analistas como inversores se mantengan cautelosos respecto del futuro de los activos locales.
Paula Gándara, head de research de AdCap afirmó que hoy el mundo se encuentra ante una situación muy incierta y que es factible esperar que se den mayores caídas de los bonos argentinos que lo lleven a niveles de paridad aun mas bajas.
“Todavía se desconoce el alcance económico del impacto del coronavirus. El sentimiento del mercado es muy negativo lo que conlleva ruedas muy volátiles, en las que podemos ver subas y caídas de precios muy violentas. Por lo tanto, no me sorprendería ver paridades aún más bajas”, señaló.
Para la especialista, el mercado está priceando un escenario de default puro, pese a que el informe del FMI fue más positivo de lo esperado en el sentido que el objetivo en términos de pagos de deuda planteados no representaría una quita muy importante en términos de capital (quizás entre un 20%), hecho que los inversores institucionales estarían más abiertos a discutir.
“Dado este escenario, creo que la negociación se daría más en función a la quita en términos de cupones y extensión de plazos. Esta situación debería de apoyar el comportamiento de los precios de los bonos”, señaló.