No nos piden enseñar más, sino cada vez menos - Por Sebastián Henríquez

La decisión de los 190 días de clases era sumar más días a los mismos problemas, en vez de soluciones.

No nos piden  enseñar más,  sino cada vez menos - Por Sebastián Henríquez
No nos piden enseñar más, sino cada vez menos - Por Sebastián Henríquez

La realidad es compleja, pero en la vendimia de los votos, lo que más cosecha es hacer simplismos: una política con dos ideas básicas y un enemigo fácil de culpar. Con esas premisas, se nos propuso que la mejora de la calidad educativa pasa por faltar o no y por exigirnos más a los docentes y familias que vendríamos, hasta ahora, navegando en un mar de carencia de compromiso. Propongo, entonces, algunas otras obviedades simples, para intentar llevar el debate a otra dirección.

1. Más de lo mismo, no es calidad. La decisión de los 190 días de clases era sumar más días a los mismos problemas, en vez de soluciones. Hoy, las escuelas y quienes las sostenemos, somos como un niño o niña que va a la escuela sin útiles. El tiempo y la energía que se pierde en procurar lo más básico es enorme. Días de clases que se pierden por cosas tan elementales como tener agua, calefacción, luz y no estar en peligro. Y lo curioso es que los propios estudios que estos gobiernos suelen reivindicar, a partir de evaluaciones externas y estandarizadas que nosotros/as rechazamos, no apoyan la idea de que la solución sea sumarle más días al calendario: "No hay una relación entre la duración del calendario escolar y el desempeño." (1)

2. Recibes lo que das. "Los sistemas educativos con mejores infraestructura escolar tienen mejor desempeño, pero esto pudiera obedecer a que suelen ser también los más desarrollados.", dice el mismo informe. Obviedad contra obviedad, la calidad educativa depende de qué se le da a las comunidades educativas y también depende de la situación de esa sociedad. En Mendoza, no hay meta alguna de algo tan básico como financiamiento educativo. Hoy, el presupuesto educativo representa alrededor de 20% del presupuesto provincial, muy lejos del 35% que estableció la Ley Provincial de Educación 6.970. Obviamente, aquí debo recordar que la docencia es la profesión calificada peor paga del país y que estamos entre los peor pagos del mundo: "Cuando los salarios docentes son relativamente bajos, salarios más altos están relacionados con mejor desempeño. Por el contrario, cuando son relativamente altos, esta relación se revierte".

3. Cantidad de tareas no es calidad. Relacionado con lo anterior está la saturación de tareas burocráticas y administrativas que tenemos en la escuela y en nuestra casa. Saturación que no disminuyen, sino que incrementan. Esto lo acompañan del cinismo de exigir que nos formemos más, por nuestra cuenta, en una nueva versión de "Los juegos del hambre" con "becas-premios", que fracasan en convocatoria y excluyen a miles.

4. No enseñen tanto. Aprender a leer, escribir y algunas operaciones matemáticas básicas: esa es la épica educativa actual para 15 años de escolaridad obligatoria. No nos piden enseñar más, sino cada vez menos. Y aquí entran las reformas educativas diversas en curso, desde Inicial hasta Superior.

 5. #MásParaEducación. 
 
(1) Ganimian, A. J. (2014). Pistas para mejorar ¿Qué hicieron los países, escuelas y estudiantes con mejor desempeño en el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) 2012? Ciudad de Buenos Aires, Argentina: Proyecto Educar 2050.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA