La joven detenida por haber atropellado y matado a su novio en San Rafael el 9 de setiembre último aseguró en su defensa que no lo vio y negó que esa madrugada se hubiera producido una discusión entre ambos.
"No lo vi (tirado en el suelo). Si me hubiera dado cuenta que él se cayó no me voy, directamente, y la verdad es que no lo vi", afirmó Julieta Silva (29) en referencia a Genaro Fortunato (25) durante una entrevista a Televisión Andina (TVA), la primera que concede desde que fue a prisión.
Consultada sobre si esa madrugada se produjo una pelea con su novio, Silva sostuvo que "hubo una discusión adentro del boliche", pero aseguró que no fue entre ellos sino con "un tercero".
Silva sostuvo que "eso se ha podido comprobar" en el marco de la causa y que ella "no tenia motivos" para hacerle algo así a su novio.
"Decidimos irnos todo el grupo de amigos que estábamos ahí, que eramos cinco, y nosotros andábamos en un auto aparte y decidimos irnos", afirmó la joven
El hecho ocurrió el sábado 9 de este mes alrededor de las 5, cuando Fortunato y Silva se encontraban en el boliche "La Mona", ubicado en Hipólito Irigoyen y El Chañaral, en el sur de San Rafael
Según declaró un cuidacoches que luego fue clave, el joven mantuvo una discusión en la puerta con su pareja y cuando ella se retiraba a bordo de su auto Fiat Idea, posiblemente lo tocó con el vehículo, lo que provocó la caída del rugbier al piso.
La fiscal determinó que Silva recorrió unos 150 metros, luego dio una vuelta en 'U' y regresó, momento en que "le pasó por encima" cuando el muchacho se encontraba sobre el asfalto.
En su indagatoria ante la fiscal, la mujer explicó que regresó para devolverle a su novio un teléfono celular que este había dejado dentro del auto y que no vio el cuerpo de Fortunato en el piso aquella noche.
La fiscal Andrea Rossi no cree en esa versión y le imputó "homicidio doblemente agravado por el vínculo de pareja y por alevosía", por lo que en caso de ser condenada, recibiría una pena de prisión perpetua.
Asimismo, la autopsia confirmó que la causa de muerte fue "aplastamiento de cabeza y cráneo", mientras que la pericia toxicológica practicada al joven rugbier arrojó que al momento del accidente se encontraba con un 1,8 de alcohol en sangre y la imputada tenía un 0,8 de alcohol en sangre, cuando el máximo permitido para manejar es de 0,5.
La estrategia de la defensora oficial Florencia Garciarena era demostrar que Silva tiene un alto grado de astigmatismo y por eso no vio al joven rugbier cuando pasó con su vehículo.
En esa línea, la joven fue sometida a un peritaje oftalmológico para determinar si pudo haber fallado su visión al momento del hecho, en el marco de una serie de estudios ordenados por la Justicia local.
Una voluntaria que suele visitar a las detenidas en el penal aseguró a Télam que la imputada padece un alto grado de depresión y que no recibe la visita de sus familiares.
"Llora todo el día y está muy deprimida", dijo la mujer, quien agregó que sólo la van a ver algunas compañeras de hockey porque "su mamá y su hermana viven en el sur del país".