Por primera vez la impunidad jurídica será vencida en la Argentina. Los defensores de Derechos Humanos en diferentes países del mundo hemos trabajado intensamente desde hace años para romper la impunidad histórica, social y ética y hacer reparación simbólica al dolor de miles de víctimas.
La diferencia hoy radica en que la Justicia dio una sentencia y no hay vuelta atrás pese a las dificultades que se avizoran con ideas retrógradas de los nostálgicos de la dictadura, de supuestos dos demonios.
Las ciencias y el derecho han generado un nuevo marco jurídico con el aporte de descubrimientos como el de la identidad, concepto detenido/desaparecido y tantos otros que hoy hacen imposible sostener lo contrario a lo que fue crímenes de lesa humanidad y genocidio.
Va nuestra gratitud a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
Paraguay hizo su valioso aporte a la Justicia argentina través de las 700.000 páginas de documentos que comprometen a los genocidas de América Latina, gracias al descubrimiento del “Archivo del Terror (Operación Cóndor)” el 22 de diciembre de 1992, que por su importancia fue declarado por la UNESCO “Memoria del Mundo”.
No guardo rencor con los que tienen las manos manchadas con la sangre de otros hermanos. Sin embargo, guardo memoria para recordar lo vivido, visto y oído en el vientre del Cóndor en Asunción. Me refiero a la sala de tormento en manos de militares de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay Paraguay que me acusaron de ser “terrorista intelectual” por el contenido de mi tesis doctoral en la Universidad Nacional de La Plata, 1972-1974.
