El avance de la pandemia Covid-19 nos limita en nuestras más variadas actividades. Desde los cambios en la forma de trabajar hasta en el alejamiento de familiares y amigos. Pero incluso hasta quienes pasan por uno de los momentos más difíciles de la vida, como es despedir a un ser querido, ya no podrán hacerlo como antes.
El coronavirus hace estragos en todos los ámbitos, y la industria fúnebre no está exenta. Si bien sus trabajadores quedaron exceptuados del aislamiento social obligatorio y deben seguir con sus labores al ser considerado un servicio esencial, al cliente por el momento no pueden ofrecerle todas sus "bondades". Desde que se adoptaron las medidas restrictivas, en Mendoza no se realizan velatorios.
"Como ha pedido el Gobierno, evitamos la aglomeración de personas. Tenemos que adoptar la responsabilidad social empresaria y cuidar a la gente y a nuestros empleados", le dijo a Los Andes Jorge Guzzo, vicepresidente de la Asociación Cuyana de Empresas Fúnebres.
Si bien las decisiones han sido progresivas y, por ejemplo, hasta principios de la semana pasada se permitía velorios con hasta 20 familiares de primer y segundo orden, desde la instauración de la cuarentena obligatoria están suspendido los velatorios y los fallecidos directamente van al cementerio o a un crematorio.
"El servicio que las empresas entregan es casi el mismo, el ataúd y el traslado al cementerio pero sin velar a las personas; en algunos casos hay una ceremonia muy íntima, con no más de dos familiares. Lo que recomendamos es que sea muy breve, porque además el cementerio también tiene sus disposiciones", agregó Guzzo.
La postura que han debido adoptar los empresarios y dueños de las compañías no es nada sencilla, ya que a quien ha perdido a su ser querido no le permiten que la despedida dure largas horas como normalmente ocurría.
"A la gente le está costando entenderlo, pero esperamos que de a poco se comprenda. Es para cuidarlos y porque salió por un decreto", remarcó Guzzo, gerente comercial de Flores San Miguel.
En las casas tampoco
Ante este nuevo escenario, varios son los mendocinos que han pedido llevarse los cuerpos a sus domicilios y velarlos allí. Frente a esta requisitoria la respuesta es negativa.
"Las cocherías no lo permitimos, aunque sea doloroso. Hablamos con el cliente y tratamos de que les quede claro que no podemos arriesgar la salud de nadie", explicó Cristian Milio, presidente de la asociación.
"En algunas de nuestras empresas hemos acondicionado sectores específicos para una corta despedida. Dos parientes como máximo y una sola rotación para que pasen otros familiares, nada más", añadió Milio, quien aclaró que el funcionamiento interno ha variado.
"Se trabaja con menos personal en los lugares, y el resto de los empleados esperan en sus casas a ser llamados cuando los necesitan. En los cementerios también estamos con guardia mínima y restricciones al ingreso de gente", contó Cristian, responsable de la cochería Salvador Milio, de San Martín, y el cementerio Cielos de Junín.
Cómo proceden si alguien muere de coronavirus
Si bien en Mendoza no hay víctimas fatales por el virus, el Ministerio de Salud adhirió al protocolo nacional sobre cómo actuar ante un deceso ocasionado por esta enfermedad.
En estos casos los difuntos son envueltos en una bolsa hermética y colocados en ataúdes con cajas metálicas. Cumplido este proceso, los cajones se sellan y se llevan inmediatamente a los cementerios o crematorios, sin posibilidad de ceremonia alguna.