Convivir con la presión no es fácil. Saber que todos los rivales van a jugarse todo para bajarte y que los de atrás no quieren perder pisada, hacen que algunos equipos no puedan soportar dicha presión.
Pero parece que a Gutiérrez eso no le pasa y no le pesa, ya que ayer se sacó de encima un partido complicado y dejó casi definida su clasificación a la siguiente ronda.
Un golazo de Elio Díaz, un penal del “Torito” Lucero y una exquisita definición de Joselito Ortiz le dieron un triunfo al perro, que no quiere dejar de morder la punta de la zona.
Muy poco había pasado en el primer tiempo, al parecer el calor afectó a los dos equipos pero sobre el final Ortiz se vistió de asistidor, dejó sólo a Elio Díaz, que veía a la carrera, que definió con un gran remate.
Irse al vestuario ganando, con un gol en el último minuto, parecía lo ideal para el Celeste.
Cuando promediaba el segundo tiempo llegó un penal infantil de Cáceres y Lucero puso el 2-0 que parecía definitorio.
Luego llegaron los incidentes y las demoras, con agresiones incluidas al árbitro y a los jugadores, pero el fútbol de hoy es un “viva la pepa” y todo siguió.
Cuando todo Guaymallén dormía, el único despierto fue Joselito Ortiz, que aprovechó un largo lateral para definir por encima de Gómez y poner un 3-0 lapidario. El descuento de Marchetti sólo sirvió para la estadística.
La semana que viene, Gutiérrez tiene que visitar a Palmira y con sólo sumar se asegurará el pase a la siguiente ronda, algo que le servirá para recuperar soldados y para darle descanso a jugadores que vienen tocados.
Este “Perro” sigue mordiendo y, hasta ahora, no hay perrera que lo aguante.