Dado que el tema más urgente en la actualidad es la caída en el precio de la uva, vino y sobre todo el mercado de compra de uvas, la Asociación de Viñateros de Mendoza (AVM) solicita al gobierno provincial, que se dispongan herramientas de forma inmediata.
Durante toda la temporada 2018 con respecto a la 2017, observamos un alto costo impositivo y sobre todo un gran aumento en insumos esenciales en la producción y en la mano de obra, energético (51%), combustible (72%), mano de obra (25%), agroquímicos (206%), etc; contra una pronunciada caída en el precio del vino, tintos genéricos (-20%), blanco escurrido (-19%).
Ahora bien, teniendo en cuenta los informes emitidos por el INV donde se observa el alto stock técnico de vinos, la caída en el consumo interno y en el externo (salvo la venta de vino a granel, la cual aún sigue siendo insuficiente para sacar stock), la situación es complicada. A todo esto se suma el silencio en cuanto al pronóstico de cosecha y las políticas económicas comerciales en cuanto a la exportación de los mismos, que dadas las retenciones y la elevada presión impositiva, hacen poco competitivo nuestro producto en el extranjero. Todo este combo, se traduce en: gran disponibilidad de vino y por lo tanto presión a la baja sobre el precio en el mercado. Creemos que esto es nefasto y los productores estamos como siempre asumiendo los riesgos empresarios y políticos.
Por otro lado, la gran mayoría de los pequeños productores no están en condiciones de poder afrontar los costos de cosecha y acarreo y los intentos del gobierno de otorgar créditos a tasas del 29%, si bien resultan a una tasa razonable, siguen siendo impagables para los mismos. A esto se le suma que las bodegas este año no ofrecen adelanto por compra de uva, como en años anteriores, pues no hay mercado para la compra de las mismas.
Por la tanto, la política vitivinícola requiere un monitoreo constante y a diario, para apoyar esta actividad oportuna y anticipadamente, cualquier demora en la toma de medidas y/o decisiones, se traduce luego en problemas acumulados y más difíciles de resolver, culminando en todos los casos en pérdida de hectáreas cultivadas y siempre en mano de pequeños productores, con todas las consecuencias sociales y económicas que esto genera.
Ante toda esta situación descripta es que a la fecha, no hay mercado de uvas. Por esto creemos que sería oportuno que el Estado a través del gobierno provincial, debería como en años anteriores, salir mediante un operativo a comprar uva de pequeños productores, a un precio acorde con los reales costos de producción a fines de elaborar vino con fines netamente de exportación. Debemos reconocer que esta digna actividad, destaca a la provincia en el país y sobre todo en el mundo, generando además, grandes ingresos de divisas a través del enoturismo y Fiesta de la Vendimia, la cual a propósito si el gobernó provincial y nacional no toma medidas de manera urgente, Eel pequeño productor no tendrá nada que festejar, pues será muy difícil levantar la cosecha.