El accidente protagonizado por el ex futbolista mendocino Víctor Legrotaglie (79) durante la tarde del miércoles y la serie de episodios que sucedieron al hecho pusieron una vez más a las terapias de los hospitales y clínicas mendocinas bajo la lupa.
Es que el ídolo permaneció más de 15 horas en la guardia del Hospital El Carmen y -ante la falta de camas para su internación- recién cerca del mediodía de ayer fue derivado al hospital Santa Isabel de Hungría, en Guaymallén.
Más allá de la exposición y trascendencia del ex futbolista de Gimnasia y Esgrima -que fue lo que motivó que la demora tuviera tanta repercusión pública-, estas son situaciones que se repiten a diario no sólo en El Carmen, sino en la mayoría de los hospitales y clínicas de Mendoza (públicos y privados).
Solo durante julio 45 pacientes pasaron por la terapia intensiva de ese hospital de Godoy Cruz, que hasta hace dos semanas contaba con 14 camas (hoy son 16), mientras que los otros servicios también se vieron desbordadas, según reconoció la directora de El Carmen, Liliana Cammi.
“El sistema de salud de Mendoza ha perdido camas a nivel general, no solamente en terapia intensiva. Esto agrava la situación, si se tiene en cuenta que hace unos años había 500 camas en el Hospital Central y actualmente hay 280. A eso se le suma que las clínicas privadas no están dando respuesta y eso lleva a que cuando el paciente ya se encuentra estabilizado no se lo pueda derivar. No hay rotación”, destacó por su parte la secretaria general del gremio de los profesionales de la salud (Ampros), María Isabel del Pópolo, quien también resaltó el déficit de terapistas.
En tanto, el ministro de Salud Rubén Giacchi también mencionóa la falta de especialistas en terapia intensiva como causa de esta problemática, al destacar que como lo ven poco redituable nadie se encarga de estas salas.
Por eso, un comité ha propuesto al Ejecutivo reducir la duración de las residencias para quienes elijan ser terapistas -entre otras especialidades-, considerando que se trata de especializaciones de segundo nivel (hay que hacer la general primero) y en la actualidad deben completar 6 años más desde que egresan de la facultad antes de empezar a ejercer.
Déficit
El auto en el que viajaban Víctor Legrotaglie y su nieta chocó y volcó el miércoles cerca de las 19. A raíz del accidente, el ídolo del fútbol mendocino fue trasladado al Hospital El Carmen y en ese momento comenzó el peregrinaje. Es que en el hospital de la OSEP no habían camas de terapia intensiva disponibles y nadie daba una confirmación.
De hecho, durante la mañana de ayer seguía demorándose el trámite y su hija Carina -con fastidio- hizo pública la indefinición. Finalmente cerca del mediodía fue derivado a un hospital privado, el Santa Isabel, donde quedó internado fuera de peligro.
A raíz de esta situación, Giacchi reconoció el faltante de camas en los hospitales y agregó que las del Estado están saturadas.
“Estamos en un plan de ampliación de terapias tanto en el hospital Lagomaggiore como en el Central y en otros hospitales porque faltan terapias intensivas tanto en hospitales públicos y privados. Cuando hablo de terapias intensivas no digo una sala que diga afuera ‘Unidad de Terapia Intensiva’, sino una terapia que tenga médicos capacitados, recurso tecnológico, recurso humano, medicamentos y demás. Como no es tan redituable, nadie se encarga de las terapias”, destacó el ministro de Salud, quien agregó que les han pedido a los emprendimientos nuevos que tengan una proporción de camas comunes con plazas para terapia intensiva, neonatología y pediatría.
“Las 16 camas de terapia intensiva están permanentemente ocupadas, ya sea por quienes están internados o por quienes se encuentran en el post operatorio”, destacó la directora de El Carmen, quien resaltó que el hospital está “130% lleno”.
“Desde el lunes hay tres pacientes que están listos para irse a la Clínica San Andrés, pero hay una demora porque se están discutiendo temas con las obras sociales. El tema es que mientras nosotros hablamos, el paciente sigue estando en la cama”, ejemplificó Cammi.
“Sentimos que estamos todo el tiempo remando en dulce de leche, siempre en el mismo lugar. Las guardias de cualquier hospital parecen Camboya y al no haber rotación, llegan pacientes y muchas veces no hay dónde ubicarlos”, siguió la directiva, quien destacó que en varias oportunidades han derivado pacientes al área de ginecología del hospital materno Virgen del Carmen de Cuyo (ubicado al lado de El Carmen).
Allí, además de los 45 pacientes que fueron rotando por las 14 plazas de terapia durante julio, en el área clínica se registraron 181 ingresos para 76 camas disponibles, mientras que en la unidad coronaria hubo 55 atenciones y hay solo 8 camas.
“En este hospital, la gran mayoría de los terapistas son viejos clínicos que empezaron a hacer terapia. No hay nuevos, no se presentó ni uno solo en la residencia el año pasado”, cerró Cammi.
Del Pópolo, por su parte, destacó que las principales falencias están en la falta de camas, en los pocos especialistas y en la falta de rotación.
“La del médico terapista es una especialidad muy requerida, pero a la vez muy estresante. Es un profesional que tiene que estar controlando al paciente permanentemente”, destacó la gremialista.
Cabe destacar que según cifras del ministerio, en el Notti hay 16 camas de terapia (8 intensiva y 8 intermedia), mientras que en el Central son 20. En el Lagomaggiore, en tanto, hay 14 cupos. “Los problemas vienen con las derivaciones, ya que las clínicas también tienen problemas con sus camas y los convenios con obras sociales”, dijo Del Pópolo.
Proponen reducir las residencias
El comité asesor de residencias está conformado por representantes de la UNCuyo -por medio de la Facultad de Ciencias Médicas, egresados de la misma y del Hospital Universitario-, por la Federación Médica y por el Círculo Médico de Mendoza.
Daniel Coria Mondati, presidente de esta última entidad, destacó que hace algunas semanas propusieron desde ese organismo reducir las residencias de segundo nivel (donde se encuentra la especialización de terapistas) a fin de incrementar la cantidad de aspirantes.
“La falta de recurso humano en formación dentro de las residencias de segundo nivel es un problema en todo el país. Acá se encuentran los neurocirujanos, neonatólogos y terapistas. Tienen que hacer una residencia de 4 años y después continuar con 2 más para completar la de segundo nivel, por lo que son jóvenes de 28 o 29 años que terminan la carrera y tienen que estar 6 años más con las residencias”, detalló el titular del Círculo Médico. Y continuó:”
Por eso se propuso que, en el caso de quienes quieran seguir algunas de estas especializaciones, se reduzcan las dos residencias a un total de 4 años”.
Coria Mondati se mostró preocupado por el faltante de estos especialistas: “El paciente que está en terapia intensiva tiene un costo altísimo y para el profesional es poco atractivo y redituable. Pero las terapias son imprescindibles”.
Sin embargo, Isabel del Pópolo (Ampros) se mostró en contra de esta propuesta: “No estamos de acuerdo en disminuir la capacitación para que salgan más profesionales. La capacitación es fundamental y en terapia intensiva necesitás profesionales bien preparados”, sentenció.