Que Rey se transforme en el Cóndor Torrico o el Loco Carranza para vulnerar las llegadas de River, que la dupla de centrales paraguaya (Viera-Ortiz) emule lo que hicieron Nico Sánchez y Leo Sigali en aquellas épicas batallas, que Abecasis sepa explotar la banda de un Monumental que conoce de memoria y que Lucas Ceballos, el único sobreviviente tombino en la última victoria en el “Vespucio Liberti” clausure su lateral.
Que Zuqui imite al Pipa Villar y que Godoy sea un pulpo como lo supieron ser Damonte y Lértora, que Pol Fernández maneje los hilos como Castellani y que el Turco Angileri vaya y vuelva con el mismo ritmo que el Chino Rojas y José Luis Fernández.
Y arriba, que el Morro García o Jaime Ayoví (o ambos) se pongan el mismo traje de héroe del paraguayo Julio Rodríguez para darle el tanto de la victoria agónica.
Y que el Gallego Méndez tenga la sabiduría del Polilla Da Silva y el Negro Almirón para pergeñar la mejor estrategia ganadora. En fin, ¡que el Tomba repita la hazaña del Monumental!
Porque como dice el dicho, “no hay dos sin tres”. Porque luego de un discreto debut en Rosario ante un Central que marcha a paso firme, el último viernes ante el Rojo de Avellaneda, este Expreso en plena formación dio muestras de carácter y un estilo de juego incipiente que lentamente empieza a avizorarse.
Y qué mejor que el duelo de esta noche, ni más ni menos que ante el poderoso River del Muñeco Gallardo ¡y en el mismísimo estadio del Millonario!
Dale Tomba, que vos podés. Vas a ver que no hay dos sin tres.