Llegó a su casa pero fue en el momento equivocado. Así se podría resumir la situación que le tocó vivir y donde halló la muerte Roberto Nelson Díaz (56) cuando, después de un día de trabajo como changarín en el Mercado de Guaymallén llegó este miércoles a su casa de la calle Servet, del barrio Pedro Molina IV. Ahí observó a uno de sus hijos trenzado en una pelea donde participaban varios jóvenes.
De la vereda, la contienda se trasladó al interior de una vivienda y ahí Díaz trató de defender a su hijo y a un amigo. En ese momento recibió un disparo a la altura del cuello.
Los agresores huyeron mientras Díaz era asistido en un vano intento de reanimarlo pero murió camino al hospital Central.
El caso quedó en manos del fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello quien, por estas horas, suma sospechosos a los que testigos identificaron por sus apodos, pero no hay detenidos. Las declaraciones han sido muchas pero ninguna con nombre y apellido, por lo que se está a la espera de más testimonios.
La pista narco
Para el fiscal está claro que Díaz murió sin tener nada que ver con el problema que originó la pelea, por lo menos en forma directa. Aunque es probable que la compra de droga y una deuda no cancelada hayan sido las causas por las que un grupo de, por lo menos, cinco personas llegara hasta el lugar y agrediera a uno de sus hijos.
Vale poner en contexto que el distrito Pedro Molina ha sido considerada como una de las zonas más peligrosas de la provincia y ha sido escenario de varios casos policiales que tuvieron como desenlace la muerte.