Por Gastón Bustelo - gbustelo@losandes.com.ar
Y siguen saliendo las promesas incumplidas, más allá del desastre administrativo, financiero y fiscal de la peor gestión de gobierno desde 1983 a la fecha, la de Francisco Pérez. ¿Se acuerdan de los carteles que había por distintos lugares de la provincia que simulaban ser un contador de la cantidad de casas que se iban terminando? ¿Se acuerdan que el ex administrador Pérez dijo que iba a construir 12 mil viviendas en cuatro años? Bueno, saben la respuesta o pueden suponerla. Una vez más, no cumplió. Entre 2012 y 2015, se entregaron 7.503 casas (entre terminadas y ampliaciones) según datos del Instituto Provincial de la Vivienda. Sabemos también que el Instituto tiene problemas financieros para poder terminar otras obras que están iniciadas.
Entonces, a la promesa de Pérez, le faltaron casi 4.500 casas, casi la misma cantidad de viviendas que se construyeron bajo su administración entre 2012 y 2014. Cuando en octubre del 2014 Los Andes publicó que en esa fecha la gestión Pérez llevaba sólo 3.931 viviendas, desde el gobierno hicieron sentir su enojo contra Los Andes y el periodista que publicó la nota, el mismo al que luego Pérez ofendió públicamente diciendo que “trabajaba para Cornejo”. Pérez, al dejar el sillón de San Martín, prometió disculparse personalmente luego de que el periodista le iniciara juicio para que demostrara sus afirmaciones. El ex administrador todavía no se disculpó.
Las viviendas no hechas es otro ejemplo desagradable de cómo varios políticos -de cualquier partido, agrupación, alianza o bolsa de gatos- juegan con las esperanzas de la gente. Podemos no creer cuando nos dicen que el objetivo es mejorar la calidad educativa porque se ha dicho hasta el cansancio y la escuela pública está peor; podemos no creer cuando nos dicen que la gente se atienda en los centros de salud y que no vaya a los hospitales para descentralizar y ser más eficientes porque hace 20 años que lo vienen diciendo. Pero debe ser muy difícil para una persona pensar que podrá tener su casa propia y que al final su pedido no terminó siendo atendido, que tendrá que seguir alquilando y que no puede garantizarle un techo seguro a sus hijos y esposa.
En 2001, el déficit cuantitativo de viviendas, según el Censo, era de 26.992 casas y subió a 46.937 en 2010. Supongamos que no subió en los últimos 5 años, que el Procrear fue un éxito y se logró detener la suba de la falta de viviendas; bueno, por lo menos tenemos a casi 47 mil mendocinos sin techo. Pero además, ¿saben de que tamaño son las viviendas promedio que hace el IPV? Son de 55 metros cuadrados, en ese espacio tiene que vivir una familia tipo de 4 personas. Pero no haber cumplido con sus promesas no impidió que Pérez se hiciera una “escapadita”. Por estos días come y sale de shopping en Miami. Otros ex funcionarios de la gestión Pérez en cambio están relajados, asumiendo errores, poniendo la cara y no tienen problemas en tomar café en la Peatonal.
Otro fracaso más fue el Supermercado de la Red Comprar, inaugurado en diciembre de 2014 en la Terminal de Ómnibus. La idea era que los productores le pudieran vender sus productos directamente al consumidor logrando así mejores precios para la gente. Todo esto a tono con el relato kirchnerista sobre los formadores de precios y su fuerte lobby a la hora de poner los números en la góndola. Es verdad que son pocas las empresas que forman el precio de los alimentos que están en la mayoría de las mesas argentinas. Pero después de 12 años de gobierno, el problema sigue estando. Las firmas siguen haciendo lo mismo y han crecido como es el caso de Arcor, firma que ahora controla Mastellone, la empresa que, entre otras cosas, elabora la leche La Serenísima.
“El mercado hoy no es económicamente sostenible, la continuidad va a depender de la eficiencia y de su trabajo. Estaba devastado, había empezado con 107 productores y hoy tiene menos de 70. En abril facturó más de 5 millones de pesos y el último mes no llegó al millón, obviamente porque no tenía qué vender. No funcionó porque no se determinaron pautas de un negocio económico, sino que solo se explotó un aspecto promocional. Para varios productores no era rentable porque le imponían el precio desde la Nación bajo el programa de Precios Cuidados”, dicen desde el gobierno actual. Francisco Pérez y su ministro de Agroindustria, Marcelo Costa, así cuidaban a los productores que querían defender.
Y aquí seguimos, con una provincia que acumula años de estancamiento, escándalos como el de Santa Rosa y nos enojamos cada día al enteramos de un nuevo desastre producido por la administración pasada. ¿Y la nueva? Intenta conectar los cables para que la batería encienda el auto.