El Gobierno de Mendoza rechazó la contrapropuesta presentada por las bodegas, quienes pedían un mayor subsidio para exportar vinos. El planteo fue analizado por el Ejecutivo local pero, según declaró Daniel González, presidente de ProMendoza, “es inviable el subsidio que buscan conseguir los establecimientos”.
De este modo, el operativo estará en línea este lunes sin ningún punto de más a lo anunciado por el gobernador Francisco Pérez en el desayuno de Coviar el sábado de la Vendimia.
Para sacar del mercado el sobrestock de 160 millones de litros de vino blanco escurrido 2015, el Gobierno subsidiará uva vinificable de exportación con $ 1 por kilo, mientras que las bodegas aportarían $ 0,60 para completar el precio pagado al productor.
Sin embargo, los establecimientos interesados en este operativo destacaron que no era suficiente lo que aportaría el Estado, por lo que solicitaron que, además de ese peso, se implementara una compensación de costos logísticos de U$S 0,10 por litro de vino blanco escurrido.
Sin embargo, González señaló que luego de sopesar la opción, acordaron que no es factible llevarse a cabo. El lunes estará en línea el subsidio tal y como se anunció hace 20 días.
“Entre el peso, más los diez centavos de dólar, la bodega tendría un costo cero en materia prima, ya que entre ambos subsidios el Ejecutivo estaría aportando cerca de $ 2 por litro exportado de blanco escurrido”, dijo González.
Agregó que desde el lado de los recursos es inviable ya que el Gobierno debería aportar cerca de 320 millones de pesos; “por lo que no tendríamos masa de recursos para otros operativos como el de mosto o los créditos de cosecha y acarreo”.
Para las bodegas, el operativo es un excelente recurso para ayudar a los productores pero para ellas, hasta el momento, nada se ha hecho para mejorar la competitividad y de este modo, ayudar a los establecimientos -últimos eslabones de la cadena- para sacar del mercado el excedente.
Para Miguel Abdala, presidente de Montereal, es primordial que de forma urgente el operativo anunciado por el Gobernador esté funcionado como máximo el lunes, ya que la cosecha está avanzada y el productor necesita el dinero para levantar y continuar sus labores anuales.
“Por otro lado -continuó- en una segunda etapa es necesario que el Gobierno asegure a las bodegas apoyo y subsidio para cubrir los costos para exportar esa cantidad de vino blanco básico que producirán”.
Asimismo, Abdala adelantó que si no hay apoyo a las bodegas, en base a la contra propuesta presentada, el operativo base será un fracaso ya que no le asegurarán a las empresas ningún tipo de ayuda para mejorar la competitividad y exportar. El empresario, no obstante, se comprometió a colocar hasta 10 millones de litros en el exterior.
Luis Capelli, director de Negocios Internacionales de Peñaflor, coincidió que el peso que aportará el Estado no ayuda a mejorar la competitividad, ya que los números con los que trabajan hoy las empresas son estrictamente al costo.
Según los bodegueros, el inconveniente es que el mundo se encuentra con un alto inventario vínico de vino blanco básico a causa de la cosecha abultada de España.
Capelli explicó que los problemas de competitividad no son sólo por el tipo de cambio atrasado sino también por las barreras arancelarias que pagan los vinos argentinos por importar y el punto geográfico en el que se encuentra, por lo que los costos logísticos -de transporte principalmente- son más altos que los de sus competidores que están más cerca. “Nosotros pagamos una diferencia de U$S 0,25 más que los vinos españoles de costos logísticos e impuestos”, ejemplificó el empresario.
Con respecto a si Peñaflor participará o no del operativo, el directivo subrayó que lo están a analizando pero que no han encontrado la cantidad de clientes necesarios. “La bodega no tiene excedentes relevantes” y continuó que “nuestro compromiso es balancear el problema de excedentes. Sin embargo, como están dadas las condiciones hoy no veo grandes soluciones”.
Por su parte, Juan José Canay, presidente de Bodegas de Argentina, señaló que desde la entidad apoyan a las empresas para que de algún modo el Gobierno mejore el problema de competitividad del sector.
“Varios son los pedidos que se han realizado formalmente, como fue el último en relación a las exportaciones de blanco escurrido, así como también que nos saquen los costos de derechos de exportaciones, todo ellos para compensar de algún modo el tipo de cambio atrasado. Sin embargo, la negativa es recurrente”, señaló y agregó “con los números sobre la mesa no llegamos a ser competitivos”.
