Se perdió ante un rival directo por la permanencia y la victoria de Brown en San Francisco terminó de completar un panorama oscuro. Esta vez no hubo magia. El Lobo viene tambaleando pero los resultados ajenos le fueron dando oxígeno. Tanto fue así, que el Lobo llega a dos jornadas del epílogo fuera de la zona roja.
La fecha 40 le quitó abruptamente el respirador. Gimnasia quedó a un paso del precipicio. Y la desesperanza que desciende de los escalones de esa larga platea se alimenta principalmente por la pésima producción colectiva del equipo de ayer ante un rival directo. Era una final pero no se entendió así y aquí está el ítem más grave.
Quizá los tres puntos que faltan para prácticamente consumar la permanencia no aparezcan como un objetivo inaccesible pero sí se hacen gigantes luego de ver lo de ayer en cancha. “No hay nada para rescatar”, decía Espinosa con honestidad brutal en una de las autocríticas más severas que salieron de boca de los futbolistas. Labruna optaba por mirar hacia adelante y decía “aún restan dos partidos”.
¿Y eso es bueno o es malo, Omar? Pareciese ser bueno si miramos los promedios porque hasta el momento Gimnasia no cae en zona de descenso; y a la vez se puede entender como malo porque el equipo nunca terminó de despegar en el torneo. Y hoy ya navega a vuelo rasante.
Se puede observar la mitad del vaso lleno y decir que es mejor que esto suceda ahora, cuando aún el torneo te da dos chances para revertirlo.
Que Central Córdoba le haya ‘mojado la oreja’ al Lobo y que aparezca toda su ferocidad en Caballito, que mande la diablo todas esas estadísticas negativas en condición de visitante, que rompa con todos los pronósticos y meta un ‘batacazo’ ante el encumbrado Ferro.
De no ser así, tendrá en su casa, ante Villa Dálmine la última oportunidad. Sí, Omar, es cierto, quedan dos fechas. Y eso, en realidad, no parece ser hoy una buena noticia.
Omar Labruna DT de Gimnasia: "Es una derrota dura, pero todavía quedan dos partidos por delante"
Omar Labruna salió y habló con los medios sobre la dura derrota que Gimnasia sufrió ante Central Córdoba. “Es una derrota dura, pero todavía quedan dos partidos para definir la permanencia”, aseguró el entrenador.
A la hora de analizar el partido, Labruna dejó en claro en qué falló Gimnasia, “Ellos fueron más efectivos y después se cerraron bien en el fondo. Nos atacaron por las bandas y nunca lo pudimos controlar. Nosotros tuvimos algunas situaciones claras de gol, pero fallamos”, señaló.
“Ahora tendremos que enfrentar a Ferro para tratar de conseguir los puntos que perdimos como local y resolver la permanencia en la categoría”, cerró el entrenador mensana.
