No, el COVID19 no fue creado como arma y tampoco es un experimento que se salió de control

Un trabajo científico se encargó de descartar las teorías conspirativas en torno a la enfermedad originada en China.

No, el COVID19 no fue creado como arma y tampoco es un experimento que se salió de control
No, el COVID19 no fue creado como arma y tampoco es un experimento que se salió de control

Una investigación científica descartó de raíz las teorías conspirativas que sembraron duda y misterio sobre el origen del coronavirus, y que tenían como principal sospechoso y responsable al gobierno chino, a quien se lo culpaba de estar detrás de investigaciones extrañas.

Y si bien inicialmente se 'barajaron' dos opciones -un experimento fallido que se salió de control o que el COVID-19 es un arma bacteriológica contra otras potencias- trabajos respaldados en la evidencia concluyeron que el SARS-CoV-2 -el nombre del virus que causa el covid-19- no fue elaborado en ningún laboratorio sino que se orogina en la naturaleza.

Robert E. Garry, profesor de la Universidad de Tulane en EE. UU. y miembro del equipo de investigación, aseguró a la BBC que "Pudimos determinar, a partir de decodificar el material genético del nuevo coronavirus, que no se trata de una creación de laboratorio, sino que es producto de la evolución natural".

"Pudimos establecer que, a partir de las características genéticas del SARS-CoV-2, es imposible que alguien pudiera haberlo creado en un laboratorio", agregó.

Luego de un arduo trabajo colaborativo entre estudiosos de distintas partes del planeta, rápidamente se llegó a la conclusión de que el patógeno que estaba detrás de la pandemia era el SARS-CoV-2. Restaba establecer de dónde había surgido y este punto fue resuelto por otro investigador.

El infectólogo californiano Kristian Andersen explicó que es imposible encontrar la mao humana detrás del COVID-19: "Si se tratara de una construcción de laboratorio, se tendría que haber utilizado un virus previamente conocido como plantilla. El virus más cercano al SARS-CoV-2 es un virus de murciélago que fue secuenciado después de que comenzó la pandemia", anotó Garry.

"Además, ese virus de murciélago es solo un 96% similar al SARS-CoV-2. No es posible completar esa distancia genética (4%) en un laboratorio. La naturaleza encontró una mejor manera que cualquiera que un humano hubiera podido diseñar", agregó Garry.

Además puntualizó: "Ya sabemos que el SARS-CoV clásico y el MERS -otro virus que produce afecciones respiratorias- saltan de los animales a los humanos sin cambios. Ahora conocemos también que los coronavirus de animales pueden recombinarse para hacer nuevos coronavirus que representan amenazas de pandemia, como lo estamos viendo".

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