Boca y River animarán el último capítulo de la trilogía de Superclásicos que ofrecieron en los últimos 10 días, esta vez con el Xeneizes obligado a revertir un 1-0 del Millonarios para pasar a los cuartos de final de la Libertadores.
El último derby de la serie de tres, luego del primero por el torneo local que ganó Boca (2-0) jugado en la Bombonera, y del mencionado de la semana pasada, será diferente, ya que los más grandes de AFA asumirán un partido que seguramente dejará secuelas para el perdedor y potenciará al ganador. En ese contexto, el duelo se presenta más decisivo para Arruabarrena. Seguramente, en su ciclo como DT habrá un antes y después de este Superclásico, mientras que Gallardo goza de más aire, al menos en lo previo. Es que River se quedó el año pasado con el festejo final en las semifinales de la Sudamericana que luego conquistó, y así maquilló dos caídas durísimas a manos de Boca en la Libertadores, las de 2000 y 2004, respectivamente, que signaron a fuego una década bien Xeneize.
En Boca, la premisa es plasmar esa superioridad que tenía en los análisis previos, que lo llevaron a ganar los seis partidos del Grupo 5 y acceder a octavos con puntaje ideal, más el liderazgo en el torneo de los 30, que aún conserva. River, por su parte, que clasificó con lo justo en el Grupo 6, disimuló la superioridad futbolística de su rival de hoy que quedó expuesta en el 2-0 por el local con goles de Pavón y Pérez. Ahora al Millo le alcanzará con un empate o una derrota por un gol de diferencia siempre y cuando anote, para pasar de ronda, mientras que si se da un 1-0 para Boca la serie se definirá en penales.
Por el lado de Boca, el Vasco haría cuatro vaiantes y tiene dudas para confirmar el equipo. Los cambios serían: Peruzzi por Marín, Osvaldo por Calleri y también se sabe que jugarán Meli y Carrizo, posiblemente por Cubas y Pérez. Las dudas están relacionadas con una molestia de Orión (si no llega atajará Sara), más la variante táctica de diagramar un mediocampo con más recuperación, entonces ingresará Meli en lugar de Cubas para sumarse a Gago y Lodeiro. En ese caso los delanteros serán Osvaldo y Carrizo, más Pavón.
demás, Díaz dejó atrás un desgarro en el hombro izquierdo y será titular, luego de haber jugado parte del primer tiempo en Núñez hasta que fue reemplazado por Burdisso. Precisamente Guillermo, autor del gol que permitió a Boca igualar el domingo pasado con Independiente (1-1) y seguir como líder del campeonato doméstico, durante la última práctica fue incluido junto al Cata en la defensa y el que salió del equipo fue Torsiglieri.
En River no estará Gutiérrez, expulsado en la ida y además desgarrado, y en su lugar ingresará el mendocino Martínez. Se presume que el Millo apostará a esperar agazapado para salir de contra, con la certeza de que si marca un gol la eliminatoria quedará casi resuelta en su favor. El último de los clásicos oficiales del primer semestre se presume parejo, como los anteriores, con las urgencias del lado de Boca, ya que si queda afuera en La Bombonera ante su clásico rival, Arruabarrena cargará con una mochila pesada durante el resto de su ciclo. River tiene la mesa servida, pero no debe confiarse ni podrá apelar al juego brusco, con un árbitro que hará su debut internacional como Herrera, quien llega con buenos antecedentes y un futuro que quedará marcado según como dirija hoy.