La diversidad sexual en la infancia es un tema del que prácticamente no se habla. Aunque hay expresiones de sexualidad diversa de la heterosexual en los niños, la falta de tratamiento por parte de los actores involucrados hace difícil saber cómo abordarlo e incluso cómo acompañar a los pequeños. Esto puede afectar su salud tanto física como psíquica.
Por estos días, un caso internacional causó conmoción: el jueves pasado Jamel Myles, de 9 años oriundo de Denver, Estados Unidos se suicidó. Lo superó la situación: cuatro días antes le había dicho a su mamá que era homosexual y ella le dijo que lo amaría siempre; pero en la escuela fue sometido a un bullying tan cruel que no pudo manejarlo a su corta edad. Su mamá lamentó que no hubiese charlado antes con ella.
El Papa Francisco también puso el asunto sobre el tapete esta semana, aunque sus declaraciones resultaron controvertidas y cuestionadas. "Nunca diré que el silencio es un remedio, ignorar al hijo con tendencias homosexuales es una completa falta de maternidad y paternidad", dijo y agregó: "Cuando se manifiesta desde pequeños hay mucho que hacer con la psiquiatría, para saber qué sucede". Esto último fue lo que generó críticas ya que se interpretó como una patologización y estigmatización, lo cual negó el Vaticano.
"Las vivencias concretas sobre la niñez recién están comenzando a aparecer", comentó Silvina Anfuso, directora de Género y Diversidad, en referencia a que no había espacios para su expresión que ahora se están generando.
“Una niña trans ha llegado a las oficinas y también están empezando a llegar adolescentes trans”, agregó.
Daniel Di Giuseppe, titular de la oficina del Inadi local, el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo señaló que hay una demanda para que estos temas se traten de manera adecuada en las escuelas. Apuntó que "hoy es un tema más visibilizado, hasta hace unos años estaba totalmente tapado, está en debate, los mismos chicos y chicas son los que lo plantean".
Desde muy pequeños
La sexualidad se desarrolla desde el nacimiento y empieza a definirse más a partir de los 3 años. Sin embargo la falta de conocimiento de los adultos al respecto hace difícil el acompañamiento, en particular de los padres, la escuela y el sistema de la salud.
El escenario es un obstáculo para la expresión de los niños y adolescentes para los cuales el sufrimiento parece ser inevitable, tal cual señaló María del Carmen Giraud Billoud, Psicopedagoga y Educadora Sexual quien trabaja desde nivel Inicial hasta el secundario. "Desde el desarrollo psicosexual sabemos que desde la adquisición del habla el chico tiene identidad de género es decir que se reconoce" explicó. Sin embrago "a través de la cultura lo vamos silenciando", destacó.
Los roles de género serán los que expresen su identidad, es decir los juegos, la vestimenta, sus preferencias, por dar ejemplos.
Sin embargo, cuando es pequeño le cuesta identificar y expresar lo que le sucede y por eso -dijo la especialista- es tan importante que los padres se informen sobre las etapas del desarrollo de su hijo para poder acompañarlo.
"Debería respetarse la orientación que manifieste", destacó en referencia a que muchos padres suelen elegir el vestuario en función de su sexo biológico o prohibir ciertos juegos o juguetes. Explicó que un objeto externo o un juego no pueden definir la identidad por lo que tal cosa no incidiría.
La psicóloga Marisa Russomando, especialista en Crianza dijo en una nota a la CNN sobre lo dicho por el Papa que en Argentina "estamos muy lejos de asumir la libertad singular de nuestros hijos en cuanto a orientación sexual", entre otras cosas.
Afectados
Lo que advierten los especialistas es que la incomodidad que sufren estos pequeños, el ocultamiento y la falta de aceptación terminan inevitablemente por afectarlos.
"La invisibilización del tema puede, por un lado, generar culpa, rencor, dolor y distanciamiento entre quienes sienten que no pueden hablar de sí; y, por otro lado, fomentar agresión, burla y discriminación entre quienes no saben convivir con aquello que no conocen", describe el documento "Hablar de diversidad sexual y derechos humanos" del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
Los profesionales señalan que hay chicos que expresan síntomas indefinidos de enfermedad física y mental y que termina descubriéndose que se trata de la imposibilidad de identificar y expresar que no se sienten cómodos con su identidad de género.
La pediatra Laura Herrera, del hospital Universitario, comenzó a estudiar el tema luego de encontrar estos indicios en algunos pacientes y recibir comentarios de colegas al respecto. Contó a Los Andes que tuvo un paciente de 14 años que ya venía hace tiempo con contención psicológica.
"Tenía crisis de angustia, signos depresivos, se realizaba cortes y no encontrábamos las causas de fondo. Finalmente expresó que si bien es una niña se sentía varón y pedía perdón a la familia. Yo fui testigo de ese malestar previo", relató.
Contó además que tuvo una paciente de 5 años que es niño pero se siente niña. "Venía siempre con consultas inespecíficas, hasta que logramos que expresara lo que le pasaba. Somos de una sociedad muy cerrada a hablar de sexualidad con los niños, si es tabú la sexualidad hetero mirá si no lo va a ser la diversa", consideró.
Conductas de riesgo
Caitlin Ryan, una investigadora de la Universidad estatal de San Francisco, Estados Unidos demostró hace una década que existe relación entre el rechazo de las familias y resultados negativos en la salud física y psíquica de los adolescentes gays, lesbianas, bisexuales y transexuales.
Esta trabajadora social clínica concluyó a través del abordaje que al haber rechazo familiar hay 8 veces más riesgo de intentos de suicidio, 3 veces más riesgo de abuso de drogas y 6 veces más riesgo de depresión.
Además en estos casos, los adultos jóvenes homosexuales son más propensos a tener antecedentes de sexo no seguro, uso de drogas ilegales e intentos de suicidio.
Recomendaciones
Se sugiere a los padres:
. Tener información, es importante saber en qué etapa sexual se encuentra su hijo
. Interpretar al niño, los juguetes, gustos y preferencias
. No inhibir al niño en sus preferencia
. Consultar a un psicólogo que maneje este tema, para poder acompañar al niño o niña y que no se transforme en algo que lo vuela un adolescente sufriente