El Dr. Joaquín Ratti, cardiólogo infantil, comenta sobre la importancia de conocer el protocolo de una evaluación predeportiva en un niño, para descartar patología cardiovascular y especialmente una patología con riesgo de muerte súbita.
El deporte, en sus diferentes disciplinas, es una práctica habitual en la población más joven, gracias a sus múltiples beneficios tanto a nivel físico como psicológico. Alrededor de los 5 años de edad es cuando se suele comenzar la práctica deportiva de alguna disciplina.
Las pruebas que se realizan en los reconocimientos generales para conocer la salud de los niños que practican o van a practicar algún tipo de deporte, son:
- Análisis de antecedentes. Conocer el historial clínico de los familiares cercanos será imprescindible para poder identificar posibles enfermedades congénitas o patologías hereditarias que puedan suponer un riesgo para el paciente.
- Antecedentes personales. El estado de salud general del paciente será esencial. Tenga relación directa o no con el corazón, cualquier anomalía es susceptible de ser valorada por un profesional.
- Historia clínica detallada. El cardiólogo deberá, durante la evaluación, indagar sobre los sucesos anómalos que pueda haber sufrido el paciente en edad pediátrica, que hayan estado directamente relacionados con el deporte. Falta de aire, cansancio excesivo tras una jornada deportiva o cualquier dato que pueda considerarse fuera de lo común, serán datos importantes para conocer el comportamiento del organismo del paciente ante esfuerzos físicos.
- Exploración física. El estado actual del niño será explorado a todos los niveles, especialmente cardiovasculares. Datos como soplos cardíacos o el estado del pulso serán definitivos para decidir si el paciente puede practicar, sin riesgo, actividades deportivas. La toma de tensión arterial también será fundamental para conocer la reacción del paciente ante la práctica física.
- Electrocardiograma. Fundamental para conocer el estado del paciente y tomar una decisión respecto a su futura relación con el deporte.
- Ecocardiograma. Los datos que refleja esta prueba son altamente valiosos para el cardiólogo. Aquí, se podrá observar de manera detallada el estado del corazón del niño, llegando a descubrir pequeñas anomalías que pueden pasar desapercibidas en las pruebas anteriores.
- Prueba de esfuerzo. "Esta prueba se realizará, generalmente, sólo en los casos en que las exploraciones anteriores hayan derivado en resultados anómalos. Sólo con antecedentes clínicos preocupantes o resultados negativos en el electrocardiograma o la exploración física, se someterá al paciente a la prueba de esfuerzo", comenta el Dr. Joaquín Ratti, cardiólogo infantil.
La gran mayoría de pacientes obtienen resultados positivos y no sufren dolencias derivadas del esfuerzo físico, la seguridad para los padres es fundamental y la prevención puede evitar males irreversibles.
Ante cualquier duda es importante consultar con el profesional de la salud y llevar a cabo los estudios indicados en cada caso.
Fuente: Ámbar Casa de Salud.