El "sí, prometo" de cinco chiquitos de 4to. grado se disolvió rápidamente entre las viñas y frutales soplado por el frío viento que azotaba ayer en la mañana la zona rural del distrito de Real del Padre de San Rafael a unos 70 kilómetros al este de la ciudad departamental.
En una singular ceremonia fuera del edificio escolar y en medio de una finca de propiedad de Sergio Osorio (59) hijo de don José, los 45 chicos de la escuela "Alvarez Condarco" de esa localidad sureña y los 10 docentes y el director Darío Yantén conmemoraron el Día de la Bandera. Como siempre sucede, algunos alumnos y docentes de otras escuelas participan como visitantes.
Esta modalidad de trasladar la fiesta a distintos domicilios de los mismos alumnos se adoptó, según explicó Yantén, a través del programa "Escuela sin fronteras".
Entre todos los padres reunidos en el establecimiento se determina dónde se realizará cada festividad o conmemoración. Generalmente, y es el caso de nuestra escuela, la bandera de ceremonias es traída al lugar, que seguramente como ahora es el patio de la vivienda familiar designada, por miembros del Centro Tradicionalista El Tropero y entregada al dueño de casa, hoy (por ayer) a José Pastén, contratista de la finca anfitriona y papá de uno de los alumnos.
Luego empieza el acto protocolar e ingresan los abanderados que en la oportunidad fueron Alexander Jara, Juliana García y Fabiana García.
El lugar, la situación, el entorno con aroma a pasteles y tortas fritas hicieron de esta jornada un día especial para todos. Unas pocas sillas, de la misma casa, para las autoridades y algunos visitantes especiales como el tesorero de la Cooperativa Rural de Servicios Públicos Carlos Guizado que aprovechó para entregar una bandera al grupo tradicionalista en manos del presidente de la entidad, Isidoro Sosa. Elogió la iniciativa de la escuela de convocar cada año en cada lugar para poder compartir con las familias lugareñas los días patrios.
Jorge Torrez, otro papá, fue el encargado del discurso principal y fue quien hizo referencia especial a la oportunidad que tienen en esos lugares de participar de una fiesta escolar. Es que "es muy difícil que muchos de nosotros vayamos a la escuela si no tenemos hijos cursando. Sin embargo, aquí nos queda cerca y venimos", aseguró otro.
Mientras el acto se realizaba con las lógicas incomodidades que imponía el riguroso estado del tiempo, en un galpón de la casa, que normalmente sirve para las tareas agrícolas o para guardar herramientas y máquinas, otro grupo de padres preparaba pasteles y sopaipillas para agasajar a los presentes una vez concluido el breve desfile que también recorrió parte de la casa y un tramo de uno de los callejones del viñedo que da muestras acabadas de haber sido azotado por las tormentas de piedra del verano.
"El 80% se lo llevó la piedra", recordó Graciela Murcia, esposa de Pastén mientras hacía el repulgue de un pastel. Esta fue precisamente una de las zonas más afectadas por los meteoros como la piedra y las heladas en la pasada temporada. Eso, obvio, no los detiene para seguir trabajando y como en este caso celebrando las fiestas patrias acompañada por otras madres como Verónica y otros padres como Oscar, que envía a dos de sus hijos a la escuela que está a varios kilómetros de ahí. El centro de Real del Padre dista a 10.
Quiénes hicieron su promesa
Los chicos que en esta oportunidad por estar en el 4to. grado hicieron su promesa de lealtad a la Bandera fueron Quila Marilyn Espósito, Milena Guadalupe Collado, Axel Josué Parejas Mamaní, Lautaro Francisco Figueroa y Maximiliano Daniel Rodríguez. Todos recibieron y exhibieron orgullosos un diploma recordatorio de la fecha y su compromiso.