La sociedad sigue desconcertada por el proceder de algunas docentes, que están muy preocupadas por lograr una ley que las proteja de la violencia de los padres, pero no hay una ley que proteja a los niños de la violencia que sufren por el mal desempeño de determinadas docentes.
La maestra del jardín 0028 B° Batalla del Pilar, Godoy Cruz, encierra al niño entre dos puertas trabadas, privándole de libertad.
La maestra que mintió, confundiendo a la sociedad, cuando dijo que al niño de la Escuela Origone, Las Heras, no lo habían raptado. Hubo un hecho de violencia, tomando mayor trascendencia la agresión contra la docente y dejando de lado el rapto del niño, quien después de varias pericias siempre afirma que se lo lleva un hombre en bicicleta.
Las maestras que no actuaron como corresponde ante el caso de discriminación y bullying de la alumna de la Escuela Patricias Mendocinas de Ciudad.
La maestra que acosa a dos pequeños alumnos de la Escuela Cristo de la Frontera, Las Heras.
Algunos de estos pequeños han debido pasar por la cámara Gessel y estar declarando lo que lamentablemente les tocó vivir, porque no les creen lo que les pasó.
Vergonzoso y humillante lo que están viviendo las familias de los niños, porque resulta que las únicas víctimas son estas maestras. Los niños pasaron a ser mentirosos o simuladores (4 -6 años) y las madres, sumergidas en gran dolor, luchan contra lamentable realidad.
Estas personas que en su lugar de trabajador se desempeñan privando de libertad, mintiendo, con indiferencia, irresponsabilidad y acosando a sus alumnos, tendrían que disculparse ante sus colegas. Con semejante actitud deshonran a las excelentes docentes que día a día luchan por brindar una buena educación y formación escolar.
Una sociedad que sufre. No se puede entender que ocurra esto a lo más preciado de cada familia: los niños.
Mirta del Carmen Francile - LC 5.330.752
