Un juicio por intento de homicidio que tuvo lugar en la Cuarta Cámara del Crimen la semana pasada, sacó a la luz algunos mecanismos de amenazas que se llevan adelante en ciertos barrios a la hora de intimidar a alguien.
En este caso, el acusado, un comerciante del barrio Lihué (barrio que tuvo que abandonar), les indicó a los jueces que lo amenazaban menores de edad (niños) familiares de la persona a quien él le había disparado. "Para que no pudiera denunciarlos ante la Policía, ya que se trataba de niños", contó el hombre.
El debate era contra un ex camionero de apellido Queiros (66), quien llegó al juicio acusado de haberle disparado a un joven delincuente conocido en el barrio como "El Chino" (26), el 11 de mayo del año pasado. Sobre Queiros pesaba el delito de "homicidio agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa". Y estaba con prisión domiciliaria.
Según dijo ante el juez Horacio Báez, el caso ocurrió cuando ese día a las seis de la mañana "el Chino" le golpeó la puerta de su negocio con la aparente intención de que le vendiera una cerveza. "Pero cuando lo vi por entre las rejas, él sacó un arma y me disparó en dos oportunidades; por suerte la bala nunca salió", declaró el acusado.
Luego de eso, Queiros sacó su calibre 32 y le disparó a "El Chino", a quien hirió en varias partes del cuerpo.
El joven fue y denunció al comerciante, quien quedó acusado y así llegó al juicio.
El martirio
Después de aquel hecho, y mientras se sustentaba la instrucción, Queiros -imputado- siguió en el Lihué, el barrio donde vivió 28 años, atendiendo su local en calidad de detenido con prisión domiciliaria. Pero ya nada iba a ser igual.
Como "El Chino", era un conocido delincuente, Queiros comenzó a ser hostigado por menores de edad que iban al local a comprar cualquier producto.
"Los chicos, que en realidad eran niños de 6 ó 7 años, me compraban pan o gaseosas, pero antes de irse me decían: 'Mi tío te va a matar', o 'Sos boleta, viejo'. Como yo no podía denunciar por amenazas a un niño, no hacía nada".
Al juicio, que terminó el jueves pasado con la absolución del camionero, la víctima (es decir "El Chino") ni siquiera se presentó. Y el fiscal Gonzalo Nazar ni siquiera había pedido una pena para Queiros, que quedó en libertad de inmediato.
El hombre, por su parte, se mudó hace tiempo del barrio Lihué, donde los niños que son mandados a hacer las compras a veces también son enviados a amenazar.