Mientras Adidas se aleja de Estados Unidos, casa de Nike, e intenta hacerse fuerte en Europa a fuerza de mucha plata, Nike le dio un cachetón con la clasificación de dos de sus equipos a la final de la Champions.
Mucho se habló del último gran contrato firmado por Adidas con Bayern Munich, un contrato valorado en 940 millones de euros durante los próximos 10 años que viene a unirse a otro megacontrato que ya firmó el año pasado la firma de las tres bandas con Manchester United y que propició que el sector de la sponsorización técnica dibujara un escenario en el que aún no se han logrado determinar las consecuencias que pueden afectar al mismo en el corto y medio plazo.
El acuerdo alcanzado por la firma alemana con el club británico hace ahora un año, 1.000 millones de euros anuales a cambio de 10 años, supuso una auténtica revolución dentro del mundo de la sponsorización técnica, un acuerdo que fue rápidamente objeto de amplio debate acerca de la capacidad de la firma para mantener un contrato de dichas cantidades.
Como si de un clásico futbolístico se tratara, Adidas se encarga del patrocinio del Real Madrid y el mencionado Bayern, mientras que Barcelona y Juventus pertenecen al universo Nike. Pero, incluso en éste, las diferencias comienzan a verse: si Adidas renovó el patrocinio con el Real Madrid hasta 2020 por 40 millones de euros por temporada, Nike lo hizo por unos 30 millones.
Claro que Adidas esperará ahora que la Juventus de Tévez se convierta en el campeón del certamen ya que, a partir de julio, la Vecchia Signora también llevará la marca de las tres tiras.
El duelo entre las dos marcas también se impuso en las últimas Olimpíadas, en las que el grupo alemán invirtió 100 millones de euros para acercarse a Nike en la venta del sector de equipamiento deportivo.
Pero a veces, el patrocinio no es suficiente. Prueba de ello es el plan que Adidas ha trazado para intentar alcanzar a Nike.
La compañía de las tres rayas va a cambiar su forma de fabricar los artículos para hacerla más ágil y que permita personalizar el calzado y la ropa.
La firma alemana trasladará su producción desde Asia hasta las tiendas para acercarla a los consumidores, que podrán añadir los complementos necesarios para personalizar las prendas.
Herbert Hainer, director ejecutivo de la compañía, señaló en marzo que iban a llevar la producción a Europa: “Vamos a llevar la producción de nuevo donde están los principales mercados”. De momento, los últimos resultados que ha presentado a los inversores avalan la buena marcha de su estrategia. Es que en el primer trimestre de año las ventas del grupo repuntaron un 17% hasta los 4.008 millones de euros, superando así los 3.900 millones que había estimado el mercado.
La segunda “batalla” que libran las dos firmas está en los mercados. El buen resultado de Adidas le permitió apuntarse una subida del 3% en la bolsa de Frankfurt, y superar así los 77 dólares por acción.
Pero a pesar de la subida, Nike sigue siendo la número uno. La firma estadounidense suma una subida del 165% durante los último cinco años en Wall Street, demostrando su fortaleza a pesar de la crisis. Además, en los últimos doce meses se apunta ganancias que rozan el 40% y dejan sus títulos rozando los 100 dólares. En cambio, los papeles de Adidas muestran datos más humildes.
Desde 2011, el grupo alemán sube un 53%, mostrando también las turbulencias que ha vivido el mercado europeo. Pero el recorrido de sus acciones durante los últimos doce meses marcan más fortaleza ya que se apuntan alzas del 26%, hasta los 73 euros. Fuente: Internet