Tres accidentes de tráfico provocaron tres de las muertes más impactantes del 2017 en el mundo del deporte: el legendario ex motociclista español Ángel Nieto, el ciclista italiano Michele Scarponi y el motociclista estadounidense Nicky Hayden fallecieron después de hechos desgraciados que sufrieron mientras circulaban por la carretera.
Nieto, 13 veces campeón del mundo de motociclismo, murió el 3 de agosto a los 70 años al no recuperarse de las graves lesiones cerebrales que había sufrido una semana antes en un accidente de cuatriciclo cuando circulaba por una carretera en la isla de Ibiza.
Considerado uno de los pioneros del motociclismo español, Nieto ganó siete títulos mundiales en la categoría de 125 centímetros cúbicos y otros seis en la de 50. Además, se impuso en 90 Grandes
Premios a lo largo de su carrera. Su muerte provocó un hondo pesar en el deporte español, con mensajes de condolencia de personajes como Rafael Nadal, Pau Gasol y sus "herederos" Marc Márquez y Jorge Lorenzo.
Su contemporáneo estadounidense Hayden también encontró la muerte en una carretera, aunque su accidente se produjo mientras rodaba con su bicicleta en la localidad costera de Riccione, en Italia. Conocido como el "Kentucky Kid", Hayden fue arrollado por un coche mientras se preparaba para participar en el circuito de Imola en una prueba del campeonato del mundo de Superbikes.
De 35 años y campeón del mundo de MotoGP en 2006, Hayden impactó con el cristal delantero del auto y después su cuerpo salió despedido hacia el asfalto. Tras sufrir daños irreversibles, el piloto murió el 22 de mayo, una semana después.
Un accidente similar le costó la vida a Scarponi, ganador del Giro d'Italia de 2011. El ciclista murió el 22 de abril a los 37 años al ser atropellado por una camioneta mientras se entrenaba cerca de su casa de Filottrano.
Al momento de ser arrollado por un hombre de 57 años que no respetó una señal de "ceda al paso" en un cruce, Scarponi se encontraba preparando para el Giro 2017, donde iba a ser el capitán del equipo Astana.
Dos personajes de película, por diferentes motivos, también fueron muertes ilustres durante este año: el ex boxeador estadounidense Jake LaMotta y la atleta alemana Gretel Bergmann.
LaMotta, que fue campeón mundial de pesos medianos e inspiró la célebre película "Raging Bull", murió el 20 de septiembre a los 95 años. Su carrera es recordada sobre todo por sus seis pleitos con Sugar Ray Robinson, al que propinó su primera derrota.
Sin embargo, el legado del ex campeón fue conocido por el gran público con el film estrenado en 1980, por el que el actor Robert De Niro ganó el Oscar a mejor actor.
También llegó a Hollywood la historia Bergmann, que murió el 25 de julio a los 103 años en Nueva York, después de que el nazismo prohibiera su participación en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 por ser judía.
En la década de los 1930, Bergmann era una de las mejores saltadoras en alto del mundo y partía como una de las favoritas a subirse al podio en los Juegos de 1936. Sin embargo, en el último momento se le prohibió su participación por ser judía y los nazis la reemplazaron, según se supo décadas después, por un hombre disfrazado de mujer que se hizo llamar Dora Ratjen y que logró el cuarto lugar. Su nombre real era Heinrich Ratjen.
Su historia fue llevada a la pantalla -HBO hizo un documental con la actuación de Natalie Portman- y su nombre figura desde 2014 en una de las calles aledañas al Estadio Olímpico de Berlín, rebautizada como "Gretel Bergmann Weg".
En 2017 también fallecieron dos dirigentes deportivos, famosos por la polémicas que generaron sus respectivas figuras: el holandés Hein Verbruggen, presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI) en la época más oscura del doping, y el estadounidense Chuck Blazer, figura clave para que se destapara el escándalo de corrupción que sacudió a la FIFA a partir de 2015.
Verbruggen, jefe de la UCI entre 1991 y 2005, murió el 14 de junio a los 75 años víctima de una grave enfermedad. Un informe de 54 páginas, publicado en septiembre de 2013, afirmaba que el dirigente presuntamente encubrió a cambio de dinero un doping positivo de Lance Arsmtrong en el Tour de France de 1999, entre otras acusaciones.
"Si la gente estuviera contenta con un Tour a 25 kilómetros por hora, no habría ningún problema de doping. Pero si quieren 42 kilómetros por hora, solo hay un único camino para lograrlo: con doping", fue su polémica defensa por lo laxo de los controles bajo su mandato.
Blazer, en tanto, murió de cáncer de colon el 12 de julio. Durante años fue miembro del comité ejecutivo de la FIFA, organismo del que resultó suspendido de por vida, y secretario general de la Concacaf.
Su colaboración con los investigadores estadounidenses fue decisiva para que hace dos años estallara el megaescándalo de corrupción en el máximo organismo del fútbol, que acabó con numerosos directivos detenidos y derivó finalmente en la caída del entonces presidente de FIFA Joseph Blatter.
En el mundo del tenis, la pérdida más impactante fue la de la checa Jana Novotna, ex campeona de Wimbledon, que falleció el 20 de noviembre a los 49 años víctima de un cáncer. Su imagen llorando y consolada por la Duquesa de Kent tras perder una final en la hierba londinense fue un ícono en la década del 90'. También muy joven murió el francés Jerome Golmard, que tenía 43 años y sufría Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).
El legendario golfista Roberto De Vicenzo, en tanto, falleció a los 94 años en su casa al sur de Buenos Aires. Ganador de 231 torneos y campeón del Abierto Británico de 1967, De Vicenzo está considerado uno de los mejores deportistas argentinos de la historia.
El fútbol mundial lamentó la partida de dos nombres fuertes, como el alemán Hans Schäfer, ex capitán de la selección germana y campeón mundial en 1954, y el francés Raymond Kopa, que ganó tres Copas de Europa seguidas con el Real Madrid entre 1957 y 1959 y además fue elegido mejor jugador del Mundial de 1958 pese a que Francia no llegó a la final. Aquel año recibió además el Balón de Oro.
Sudamérica, por su parte, también tuvo un año de despedida para varias glorias futbolísticas del continente. Personajes como el uruguayo Luis Garisto, campeón de América con Peñarol y técnico en Argentina y México; el peruano Miguel Loayza, ex futbolista del Barcelona entre otros equipos; el brasileño Waldir Peres, portero de la canarinha en el Mundial 1982; el colombiano Marcos Coll, autor del único gol olímpico en una Copa del Mundo, el uruguayo Aníbal "Maño" Ruiz, ex técnico de la selección paraguaya en el Mundial 2006, y el boliviano Ovidio Meza, ex seleccionador de su país, fueron algunas de las pérdidas más lamentadas en el deporte del subcontinental.