Vestido con su nuevo uniforme que incluye pantalón, remera y chupalla, Roberto Torres (60) se muestra orgulloso del trabajo de toda su vida. Él es placero en la plaza San Martín desde hace 26 años, pero desde hace 36 ejerce tan noble oficio.
Aprovechando los festejos por el Día de la Tierra, la comuna capitalina agasajó a estos trabajadores que desde principio de año tienen más presencia en las plazas mendocinas. Allí se presentó al grupo completo luciendo el nuevo traje que los identifica.
Entre todos ellos "Don Torres", como lo llaman con cariño, es reconocido como un referente por su larga trayectoria y su facilidad de palabra. "Entré a la municipalidad en 1979 porque era parte de una tradición familiar. Mi papá se jubiló acá como sereno y mi hermano trabajó 38 años en el cementerio de la Capital", comenzó a relatar el hombre.
En un principio estuvo dedicado a la poda, pero al poco tiempo lo llevaron de placero a la Plaza Independencia. "En esa época todavía no la remodelaban, así que había que hacer riego a manto. Para eso íbamos hasta la calle Boulogne Sur Mer a buscar el agua, la traíamos por la cuneta y regábamos los cuadros a manto", recordó con una sonrisa.
Nueve años más tarde decidieron trasladarlo a la Plaza San Martín donde se desempeña en la actualidad. "Está ubicada en el medio del ruido y la verdad que ya me acostumbré y me gusta", destacó.
Allí sus tareas diarias desde hace 26 años incluyen mantenimiento y limpieza. "Hacemos barrido, levantamos cosas, arreglos de plantas y flores, poda, acomodamos los arbustos, entre otros", enumeró.
Pero más allá de estas obligaciones también cumple un importante rol social. "Hay vecinos que vienen todos los días a pasear su perro con los que mantenemos una muy buena relación; no nos paramos a conversar pero siempre aparece el saludo cordial", aseguró. Además se ha configurado como un referente en jardinería.
"Si tienen dudas sobre plantas y flores se arriman y me preguntan, me piden asesoramiento y yo trato de contestarles con el poco conocimiento que he adquirido estos años", contó con gran humildad.
Un día de su vida comienza muy temprano, ya que vive en Las Heras y debe llegar en bicicleta a la plaza a las 6 de la mañana. "Estoy hasta las 12, vuelvo a mi hogar a almorzar y después vuelvo a trabajar para la municipalidad pero a la tarde no tengo un lugar fijo", comentó.
Gracias a este esfuerzo diario el placero ha podido desarrollarse y mantener a su familia. "Logré tener mi casa y criar 9 hijos. Todos han podido estudiar como corresponde. Además tengo 13 nietos y un matrimonio de 41 años de casado", recalcó.
Después de todos estos años, para él la plaza es como el patio de su propio hogar. "A mí siempre me gusta tenerlo limpio y ordenado, hacer que las cosas se vean bien y tener contacto con la gente", remarcó. Así, aunque falten cinco años para su jubilación a Don Torres le gustaría quedarse trabajando. "Si me dan a elegir yo sigo. Me gustaría quedarme porque aunque es una obligación, el trabajo me gusta", subrayó.
Entre las miles de anécdotas que recuerda de todos sus años como placero, contó una que le llamó mucho la atención. "Fue en la Plaza Independencia. Una pareja se estaba peleando y la mujer revoleó a los lejos el anillo de casada y se fue. Después el hombre nos pidió ayuda para encontrarlo, pero aunque lo buscamos por toda la plaza nunca apareció", narró.
Nidia Varela, placera de la plaza Chile desde hace seis años, es otra agradecida de su trabajo. "La verdad es que me encanta porque es muy tranquilo y uno sabe muy bien qué es lo que le toca hacer", destacó la mujer quien disfruta mirando a los paseantes. "Por suerte la gente es muy buena con nosotros y nos respeta mucho", aseguró.
Ella es madre de seis hijos por lo cual el horario matinal le viene muy bien. "Entro a las 7 y vuelvo a mi casa justo para comer y compartir con la familia", indicó. En un principio, hace 10 años, ella ingresó a la municipalidad como barredora pero con el tiempo pudo lograr el cambio hasta este puesto que tanto disfruta.