Nicolás Trotta, ministro de Educación, asegura que los principales ejes de su gestión serán la ampliación de la primera escolaridad y la jornada extendida, con todos los actores del sistema sentados en las mesas de diálogo y construcción de políticas públicas.
En una entrevista exclusiva con Los Andes, reveló que el Gobierno lanzará becas para carreras prioritarias (como las ingenierías) y reflotará Conectar Igualdad.
-¿Cómo encontró "el mapa" de la educación?
- La gestión educativa del gobierno de Macri se caracterizó por una pasividad frente a la ruptura de los consensos construidos que habían permitido sanciones de leyes programáticas como la Ley Nacional de Educación, la Ley de Financiamiento Educativo y la Ley de Educación Técnica. Se clausuraron larguísimos procesos de consenso social sobre el rumbo y los objetivos. Uno tiene la sensación de ‘un volver a empezar’.
-¿Se volverá a destinar 6 puntos del PBI a Educación como ordena la ley?
-Ese porcentaje es el piso al que se debe aspirar. Ahora estamos ante restricciones fiscales, pero pensamos la educación de los próximos 20 años. Durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner hubo aumentos sustantivos en inversión educativa. A partir de 2016 hubo una regresión. La educación es un proceso a mediano y largo plazo. El impacto de lo que hagamos hoy lo vamos a poder medir en quince o veinte años. El objetivo prioritario de este gobierno es iniciar la ruptura de las desigualdades.
-¿Cómo piensa retomar aquellos consensos perdidos?
-No hay forma de establecer una agenda educativa que dé respuestas a las necesidades de nuestra sociedad si no es a partir del diálogo y los consensos. Los actores del sistema son las 24 jurisdicciones, las universidades y, principalmente, los maestros y las maestras y sus organizaciones sindicales. Y ahí no había diálogo. Es un dato objetivo. Había conflicto.
-¿Pero cómo se avanza en los hechos?
-Una de las primeras medidas que adoptamos es la restitución de la paritaria nacional docente, no solo como un espacio en el que se discuten aspectos salariales sino que para nosotros es el primer paso para la construcción de consensos del gran acuerdo educativo. Vamos a iniciarla la semana próxima, el jueves, con la convocatoria de los sindicatos con representación nacional y todas las provincias.
-¿Pero cómo se corrigen las desigualdades desde la Educación?
-La recuperación de la realidad económica argentina vendrá con las políticas macroeconómicas que está desplegando nuestro gobierno. Se cerró un 2019 con la inflación más alta en casi tres décadas. Nuestra escuela acompaña estos procesos. Vamos a estar presentando en los próximos días un plan para recuperar los chicos que no están percibiendo la Asignación Universal por Hijo porque no pueden acreditar la concurrencia a la escuela. El ausentismo crónico es un problema: vamos a buscar a los chicos para que vuelvan a la escuela. Queremos que vuelvan y se queden, con políticas pedagógicas muy focalizadas, muy de transferencia directa de recursos a las escuelas más postergadas.
- En un contexto de crisis fiscal, ¿cómo van a hacer las provincias para poder sostener todas un mismo piso salarial?
- Estamos conversando desde el primer día con los ministros de Educación y Economía de los 24 distritos. En una realidad de fuerte crisis fiscal y marcada asimetría, hay que iniciar un proceso coordinado de recuperación salarial. Nosotros asumimos la responsabilidad que se vincula a la lucha histórica de los maestros y maestras de un piso salarial, que hoy es de 20.250 pesos. Es un compromiso de nuestro gobierno que en 2020 los salarios le ganen a la inflación de 2020.
- Para el anterior gobierno, un gran problema de la educación es el ausentismo docente. ¿Usted cómo lo ve?
-Ojalá fuese el gran problema de la educación, porque sería de fácil resolución. Pensar eso es de un cinismo absoluto. Tenemos regiones de la Argentina donde siete de cada diez estudiantes están por debajo de la línea de la pobreza, van con hambre a la escuela. Discutir el hambre en la Argentina nos debería avergonzar a todos por el enorme retroceso que eso implica. El problema nuestro hoy es de una gran injusticia social, y se demanda de una mayor presencia del Estado y de la escuela.
- Hay maestros que parecen asistentes sociales…
- Yo no quiero maestros que sean héroes y en muchos casos están asumiendo ese rol. El rol de maestro es construir conocimiento en el aula, es enseñar. Eso se ve interrumpido por esta profunda crisis social. Tenemos que enfrentar problemas del siglo 19, del 20 y del 21, todos al mismo tiempo: el hambre, la infraestructura escolar, el acceso al agua, el acceso a la conectividad, las tecnologías de la información, la capacitación docente.
- Pareciera que hay poco margen para los desafíos del siglo 21.
- No, los desafíos del siglo 19 no nos pueden impedir avanzar en la agenda del siglo 21. Esto no quiere decir que en determinadas jurisdicciones no puede haber problemáticas vinculadas al ausentismo docente. En esos casos vamos a tener que aplicar las medidas que sean necesarias. Yo lo he hablado con las distintas organizaciones sindicales, inclusive con los dirigentes de Ctera. Nadie quiere defender a un maestro que se ausenta sin justa causa. El sindicato no defiende eso. Nuestros maestros tienen que ser educadores. Eso implica nuevos derechos y nuevas obligaciones.
-El 2019 fue un año de mucho conflicto en las Universidades. ¿Cómo van a manejar el tema?
-Ya hablé con todos los rectores. También dialogué mucho con Conadu, Fatun y Fadun. Ellos acompañan este proceso y entienden el punto de partida. Coincidimos en el diagnóstico y en que las universidades tienen que involucrarse más en los procesos de creación de conocimiento. Las respuestas a los problemas que tiene la Argentina están en las universidades.
-¿Van a impulsar la orientación hacia las carreras técnicas?
-En las próximas semanas se va a presentar un Plan Nacional de Ciencias, que empezará en la educación inicial, en los jardines, primaria y secundaria, para tratar de generar el interés y la vocación temprana en nuestros niños y niñas por estas carreras que son centrales para el desarrollo de nuestro país. Hay que tratar de “feminizar” esas carreras, acercarlas a los sectores populares, para que podamos profundizar la matrícula superior universitaria que nuestra economía necesita.
-¿Pero cómo lo van a fomentar?
-En el corto plazo habrá un Plan de Becas Estratégicas para generar interés en carreras que consideramos centrales vinculadas a la geología, al petróleo, la minería, Vaca Muerta; el desarrollo tecnológico, del software, otro sector muy demandante que también produce muchas divisas para la Argentina. Las universidades nacionales tienen un enorme impacto en la reconfiguración de las economías provinciales.
-¿Por qué lanzan un plan nacional de lecturas?
-El que no lee no aprende. Es una política estratégica, es volver a las raíces. Esto no se reduce a la distribución de libros, sino que en el aula todos los días haya un momento de lectura recreativa. Esto se suma a iniciativas como que los niños estén bien alimentados, la formación de los maestros, la infraestructura escolar.
-¿Cuándo va a llegar el plan a todo el país?
-Está recorriendo distintos lugares turísticos. Reconocidos escritores están terminando el primer tomo de algo que para nosotros es muy importante dentro del plan: ‘180 textos para 180 días de clases’. Se distribuirá en marzo. Estamos definiendo los libros que van a integrar el plan para iniciar los procesos de licitación para adquirirlos y distribuirlos en las escuelas. Se trabaja para que esos libros estén en las tabletas, las computadoras y los teléfonos.
-¿Van a reflotar Conectar Igualdad?
-En las próximas semanas el Presidente va a presentar el nuevo plan. Hoy tenemos una conectividad en las escuelas de un 60%, muy dispar según el territorio. Se va a incluir la distribución de computadoras, en un contexto de fuerte restricción fiscal, pero con un concepto básico que nos planteó el Presidente: empezar por los sectores de mayor vulnerabilidad para llegar a todos.
-¿Qué plan de infraestructura se tiene en un marco de restricción fiscal?
- Con créditos del Banco Interamericano de Desarrollo se van a construir jardines de infantes y secundarias.
-¿Por qué se priorizan jardines y secundarias?
- La sala de cinco años está casi universalizada. No así la de cuatro. Tampoco las de tres y dos que no son obligatorias. Macri prometió 3.000 jardines e hizo 112, es un escándalo. Por otro lado, vamos a avanzar en la jornada extendida de la escuela secundaria con articulación con entidades deportivas y culturales. Queremos que los adolescentes estén dos o tres horas más en actividades ligadas a la escuela. Hay una dualidad de la agenda del siglo 19 con la agenda del 21: tenemos escuelas conectadas a internet y otras con letrinas y sin acceso al agua potable, algo inconcebible. Educación temprana y jornada extendida van a ser dos de los principales ejes de mi gestión.
-¿Qué visión tiene sobre la actualidad de la escuela secundaria?
-Si queremos que haya más universalización del acceso a la universidad tenemos que repensar el secundario para una mejor llegada a las carreras de grado. Necesitamos cada vez más profesionales. Y hacia allí vamos.
Un sistema de evaluación propio
"En el próximo Consejo Federal de Educación vamos a presentar el Plan de Evaluación para los próximos cuatro años. En un contexto social como en el que estamos, sabemos que la escuela no da respuestas a los desafíos que tiene por delante. Lo importante es saber cómo estamos, pero más qué políticas públicas vamos a desplegar para poder superar la situación", dice el ministro Trotta y vuelver a marcar diferencias con el gobierno anterior, que se guiaba por las pruebas PISA, que dejaron muy mal parado al país en las últimas ediciones. "¿Cómo creían que nos iba a ir si la Argentina se derrumba, si tenemos la mitad de los chicos en la pobreza, si se interrumpen los procesos de inversión educativa?", refutó.
