“Cuando tenía entre 6 o 7 años mi abuelo nos dijo: “ustedes dos van a ser boxeadores y vos, pesista”. Sí, abuelo le contesté y así fue” , recuerda cómo fue que se inclinó por este deporte, el flamante campeón argentino juvenil de pesas, Nicolás Panelo.
El pibe entrenado por Ricardo Pennisi y dirigido por Fernando “Toti” Pennisi, en el Campeonato Argentino juvenil realizado en Mar del Plata, se colgó la dorada en la división de 85 kg que lo llevó a ocupar el mejor lugar en el podio.
Ese abuelo al que se refiere Nico, es Roberto Carrasco, una de los grandes pesistas mendocinos de la década del ’70. Y los otros dos personajes de los que habla el levantador de Dorrego, son Gumersindo y Juan Carrasco, hijos de Roberto y tíos del campeón.
El Gumer y Juancito son muy reconocidos en el pugilismo local y nacional.
Si bien su apellido es Panelo, las características físicas son las típicas de un Carrasco. Claro que el pibe de 18 años y 1,80 de estatura, hijo de Marcia y Panelo, es mucho más aplomado que sus tíos: el Pitbull y Juancito.
El primero defenderá su título welter Latino del Consejo Mundial y el segundo está disputando la Liga Mundial de Boxeo vistiendo los colores de un equipo italiano.
Pero para Nicolás cargar la barra con 108 kg en arranque y 140 kg en envión (sus marcas durante el argentino) fueron más fuertes que los guantines y la bolsa.
“Desde chico mi abuelo siempre me alentó al igual que mi papá y mi mamá, en esto de las pesas. Es que no les gustaba mucho la idea de que yo fuera boxeador, principalmente a mi papá”, sostiene Nicolás acompañado del Toti Pennisi, un histórico que hizo récord argentino y sudamericano en la misma división y categoría, con 155 kg en arranque y 195 kg en envión, aún posee este último.
Las pesas sin lugar a dudas han sido y son la pasión de Roberto Carrasco y que ha transmitido a sus hijos y nietos.
“Mi mamá también llegó a entrenarse con las pesas. Es que mi abuelo a todos los hace entrenarse (sonríe). El Gumer, por ejemplo, carga sin problemas 100 kg, pero le gustó más el boxeo ”, dice con cierta admiración.
En cuanto al torneo subrayó que tuvo muy buen nivel y destacó la importancia de que su técnico haya sido el Toti: “Mi entrenador es Ricardo, pero viajé con el Toti, quien realmente me transmitió mucha seguridad a la hora de la competencia. Creo que eso se dio porque él tiene mucha experiencia en los torneos”, explicó y agregó: “Estaba mirando la competencia y antes de que fuera mi turno me dijo: sentate ahí”. Fue de espalda al torneo y mirando por una ventana para afuera, lo cual me ayudó mucho a concentrarme. Estoy muy feliz y es un orgullo para mí este título argentino”, dijo el campeón.