Nicolás Medforth-Mills: el escándalo del príncipe guapo desheredado por gay

La telenovela de la familia real es la comidilla de Europa. Intentó romper la puerta de la habitación de su abuelo, el ex rey que agoniza.

Nicolás Medforth-Mills: el escándalo del príncipe guapo desheredado por gay
Nicolás Medforth-Mills: el escándalo del príncipe guapo desheredado por gay

Al mal momento que está pasando la familia real rumana por el crítico estado de salud del ex rey Miguel I se le ha añadido más tensión por el intento de su nieto Nicolás, apartado hace dos años de la línea sucesoria, de irrumpir a la fuerza en la residencia privada donde convalece el monarca.

“Estoy decepcionada y preocupada por el acto de mi hijo Nicolás. Con su comportamiento ese día, Nicolás ignoró la intimidad, el sufrimiento y la dignidad de mi padre, el rey Miguel”, indicó la princesa Elena en un comunicado difundido ayer por la Casa Real.

La propia familia real ya había confirmado antes en una nota que el pasado martes Nicolás Medforth-Mills, hijo de la princesa Elena, se presentó en la residencia privada de Aubonne, cerca de la ciudad suiza de Ginebra, para intentar ver a su abuelo Miguel, que cumplió 96 años el pasado 25 de octubre.

En esa nota se explicaba que Nicolás, el único nieto varón del ex rey Miguel, “agredió física y verbalmente a tres personas” y que incluso causó “lesiones corporales” a una de ellas.

El suceso se produjo una hora antes de que Miguel, rey de Rumanía hasta 1947, recibiera la sagrada comunión por parte de José, arzobispo de Europa Occidental de la Iglesia Ortodoxa Rumana.

En su intento de irrumpir en el edificio, Nicolás rompió la puerta de entrada y mantuvo un forcejeo violento con seis personas, incluidos tres empleados de la Casa Real.

“Me entristece profundamente y no entiendo la agresividad de la Casa Real de hacer todo lo posible para impedirme ver a mi abuelo y desacreditar mi imagen; no voy a entrar en este juego sucio”, escribió Nicolás en un mensaje en la red social Facebook al día siguiente del incidente.

Su abogado ha añadido que Nicolás no agredió a nadie, aunque sí ha reconocido que perdió un poco la compostura.

“Si se hubiese producido violencia habría sido detenido”, declaró el letrado a la cadena de televisión rumana Antena 3.

La Casa Real presentó una denuncia ante la Policía suiza por intento de allanamiento de morada.

Pero más allá de las implicaciones legales, el suceso ha dejado de relieve la conflictiva relación de Nicolás con su familia, incluida su propia madre, la princesa Elena.

En su mensaje de ayer, Elena asegura que había transmitido a Nicolás que su abuelo “no desea verlo por su comportamiento falto de principios morales”.

Fue el propio Miguel quien en agosto de 2015 emitió un decreto por el que apartaba a su nieto de la línea sucesoria y le retiraba el título de príncipe.

Aunque en ese momento no se especificaron los motivos de esa decisión, los medios rumanos lo vincularon con que el príncipe desheredado había dejado embarazada a su asistente, Nicoleta Cirjan, aunque Nicolás nunca ha reconocido esa paternidad.

Nieto desheredado

En su comunicado de ayer, la princesa Elena ha confirmado de alguna manera los motivos por los que el rey Miguel desheredó a su nieto al revelar que el pasado agosto el rey le envió una carta privada en la que le decía que estaba “profundamente triste porque Nicolás nunca hizo nada para aclarar la paternidad de su supuesta hija de casi dos años”.

El rey Miguel está recluido en su residencia privada desde principios de 2016, aquejado de un cáncer de piel y de leucemia. En marzo de ese año cedió a Margarita, su primogénita y heredera al trono, el título de monarca.

Esta semana, tras conocerse que su estado se ha agravado, sus cinco hijas se han trasladado a Suiza para acompañarle.

Miguel I de Rumanía, hijo del rey Carlos II y de Elena de Grecia, reinó en Rumania entre 1927 y 1930 bajo regencia, y luego entre 1940 y 1947.

Ese año fue obligado a abdicar tras la llegada al poder de los comunistas.

El antiguo monarca, primo de la reina Sofía de España, vivió 50 años exiliado en Versoix (Suiza) con su esposa Ana de Borbón Parma, con la que tuvo cinco hijas y que falleció el pasado verano.

En 1997 recibió permiso para regresar a Rumania, ocho años después de la ejecución del dictador comunista Nicolae Ceauceuscu.

El Estado rumano le restituyó parte de su patrimonio, incluidos varios palacios, y le reconoció su condición de ex jefe del Estado y ex soberano.

Actualmente, un 30 por ciento de los rumanos respalda la reinstauración monárquica en el país.

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