"Dicen que el problema del dólar es cultural. De acuerdo: sin cultura en el Ministerio de Economía y BCRA hay alta inflación y atraso cambiario". El comentario crítico asoma atinado para estos días en los que el dólar pasó los $ 23 para ser aplastado el viernes con una tasa del 40%. Lo curioso es que el comentario vía Twitter, fue en noviembre de 2012, por Nicolás Dujovne.
El ministro de Hacienda y la divisa estadounidense completaron una semana intensa, cargada de rumores, muchos de ellos adjudicados a la propia Casa Rosada. "De ninguna manera. Reina la paz, la calma y la armonía" afirmó Dujovne sobre la posibilidad de intrigas en el propio gobierno. "Lo próximo que vamos a ver es a Dujovne fuera del Gobierno porque hay un problema muy serio en el equipo económico", vaticinó la aguerrida diputada del Frente Renovador, Graciela Camaño.
Una fuente cercana a la jefatura de gabinete negó a este diario cambios ministeriales inminentes y atribuyó las versiones al "nerviosismo y a la ansiedad que caracterizan al círculo rojo". Comparó las insistentes versiones sobre el alejamiento de Dujovne con los tiempos previos a las PASO de 2015. "El círculo rojo nos presionaba para que hiciéramos una alianza con Massa para ganarle al kirchnerismo. Ahora piden cambios. El presidente Macri no es presionable", insistió esa fuente.
El Ejecutivo, hasta ahora, ha blindado a sus ministros siempre que fueron jaqueados: Oscar Aguad y la tragedia del submarino; la firma delegada del ministro Juan José Aranguren en temas relacionados con la Shell (la compañía en la que trabajó toda su vida antes de pasar a la función pública); el incidente del ministro Jorge Triaca con la empleada en negro o la publicación de cuentas off shore del ministro de Finanzas, Luis Caputo.
Ahora el jaqueado es Dujovne. Hace tiempo admitió que 90% de sus ahorros están en el exterior; también se conocía su ingreso al blanqueo de capitales.
La semana pasada apareció vinculado a la contratación de vuelos privados y de catering con fondos públicos para comer con Christine Lagarde en su casa. Además trascendió la compra de golosinas para su consumo con la caja chica del ministerio.
En Hacienda afirman que Dujovne también fue blindado y cuenta con el respaldo de la jefatura de Gabinete. "Integra un equipo de gobierno", dicen en el entorno de Marcos Peña.
En Hacienda pronostican que "las variables económicas, como la reducción del déficit fiscal, y la desaceleración de la inflación, serán consistentes a partir de mayo". Al igual que en 2016 y 2017, casi como en el cuento de la buena pipa, se vaticina "un buen segundo semestre".
Un radical recordaba que le dijo Marcos Peña a Alfonso Prat Gay al señalarle el camino de salida: tener una personalidad incompatible con el espíritu de grupo del gobierno.
Para ese funcionario radical Prat Gay había hecho una gran tarea al resolver el cepo y la controversia con los fondos buitre. "Cuando alguien crece y no se le disciplina a Peña, dicen que no juega en equipo", agregó el radical, en un amargo reproche al jefe de Gabinete.
Macri, por consejo de Peña y sus segundos, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, decidieron aquel fin de año de 2016 desdoblar el ministerio en Finanzas y Hacienda. El presidente consultó a Ernesto Sanz, quien le dio buenas referencias de Dujovne. Era asesor del bloque de los senadores radicales aunque, para la UCR, Dujovne es más un independiente que un hombre del partido.
Habrá que ver si esta semana se acallan los rumores de retoques en el gabinete, equipo que ya fue modificado en casi un tercio desde diciembre de 2015. Muchos de esos rumores son fuego amigo. Quienes sostienen esto ponen de ejemplo las fotos del ministro Rogelio Frigerio con una tabla de barrenar en Miami, en medio de una crisis cambiaria y críticas a la política tarifaria. "Esas fotos salieron de adentro", se insistió. Lo mismo dicen sobre los que exigen "un ministro fuerte" en Hacienda.
“¿Quién es el jefe del equipo económico?”, le preguntaron a Dujovne anteayer. “No hay un jefe. Es un equipo”, fue la respuesta del ministro.
Claves
El ministro de Hacienda tiene sostén en la jefatura de Gabinete, léase, Marcos Peña. En consecuencia, el presidente Macri. Este apoyo le permitió sortear una serie de eventos desafortunados que minaron la imagen de Dujovne:
En setiembre pasado, el ministro admitió que tenía el 90% del total de sus ahorros (97 millones de pesos) en el exterior.
La oposición parlamentaria pidió su interpelación (y también su renuncia) al trascender el mes pasado que Dujovne había ingresado al blanqueo de capitales con unos 20 millones de pesos. Lo calificaron de "evasor".
La semana pasada Perfil.com publicó el uso de fondos públicos de parte del ministro para contratar vuelos privados y para organizar una cena privada con la titular del FMI, Christine Lagarde (diez personas a un costo de 3.100 pesos cada una); también la anecdótica compra de golosinas para consumo propio con la "caja chica" del ministerio. Nada grave en términos de volumen de gastos, pero sí contradictorio con el machacante discurso presidencial de austeridad. Elisa Carrió confesó sentir "vergüenza propia y ajena".