¿Qué pasaría si Superman, en vez de aterrizar en Smallville, hubiese caído en pleno conurbano bonaerense? Bajo esa hipótesis se despliega el argumento de “Kryptonita”.
A saber: un lunes de 2009 por la madrugada, en la guardia del Hospital Paroissien de Isidro Casanova ingresa herido de muerte el Nafta Súper, líder de una banda criminal de la zona. Sus compañeros exigen al médico que le salve la vida, mientras se atrincheran esperando la llegada de la policía. En medio de la negociación policial y ante la inminente balacera, el doctor que intenta resucitar a Nafta Súper tiene una revelación.
“Hizo magia Nicanor. Le debo mucho”, dice encantado el autor de la novela “Kryptonita”, Leonardo Oyola, en la que se basa el filme dirigido por Nicanor Loreti y en el que actúan, entre otros, Juan Palomino, Pablo Rago, Diego Capussotto y Nicolás Vázquez.
“Cuando leí la novela ya me imaginé la película. Inmediatamente hablé con el autor. Fue un flash”, cuenta, por su parte, el director.
Y sí: el libro de Oyola retoma el concepto de la historieta llamado ‘elseworld’ o ‘de otro mundo’ para narrar las vicisitudes de un médico trasnochado ante el ingreso de un superpoderoso marginal rodeado de su clan.
Dice: “Pensé en la Liga de la Justicia, que era uno de los dibujitos que veía mi hijo en verano en el Cartoon Network. Mentira: los veía yo y Ramón conmigo (risas). Así como el Pini o Nafta Súper vendría a ser mi Superman, el resto representan al Detective Marciano, Batman, Flash, Linterna Verde, la Chica Halcón y la Mujer Maravilla. Fue hacer la transposición de Superamigos a superbanda”.
Vale mencionar que el escritor se crió en el mismísimo Isidro Casanova, oeste del Gran Buenos Aires. Oyola es licenciado en Ciencias de la Información y ejerce como crítico de cine, además de su labor literaria, que comenzó en 2003. Ligado al género policial, su narrativa atrapa vertiginosa y absorbente, enmarcada en claras referencias a la cultura pop.
Claro que Loreti, como realizador cinematográfico, tenía un gran desafío por delante: llevar a la pantalla ese libro tan particular, presentar el superpoderoso universo de sus personajes, poner en pantalla grande un género (comic movies) casi nada practicado en el país y con bajo presupuesto. Aunque podemos recordar que el cineasta Andrés Llugany, aquí, ya ha experimentado en ese terreno con “Lasherina”.
¿Cine de super héroes? Sí, pero con códigos barriales, donde la ley y el orden son puestos completamente en crisis.
Lo interesante, es que no se buscó parodiar los filmes de poderosos americanos, sino de construir un código netamente “argento”.
Aunque la preproducción se extendió por dos años, no le fue difícil a Loreti conseguir a los actores capaces de dar con el justo rol. Capusotto, por ejemplo, buscó interpretar al extraño Corona, la versión local del Guasón. “Es un personaje que él aún no había hecho, medio payasesco diabólico, un villano”, aclara Loreti.
“A mí me toca hacer al Linterna Verde del Conurbano. Hago de un pibe que no habla como yo. De muy bajos recursos, que se dedica a la calle, a robar”, cuenta Nicolás Vázquez, el ex chico Cris Morena. Y agrega: “El que leyó la novela sabe que Faisán habla como ‘viejita’ y ese implicó un desafío más”. Su atributo: el anillo verde.
“Acá te encontrás con Superman, Flash, Batman, La Mujer Maravilla, Linterna Verde y eso le da a la película un efecto fantástico que es lo que hace que sea distinta para el cine argentino”, dice uno de los miembros de esa curiosa Liga.
Un mix de cultura callejera, barrio, calle e íconos pop resignificando el origen de cada uno de los integrantes de ese grupo, tan entrañable, como es La Liga de la Justicia: de eso se trata.
Superman es Nafta Súper, La Mujer Maravilla es Lady Di, Linterna Verde es Faisán, Flash es Ráfaga, Batman es El Señor de la Noche, el Detective Marciano es Juan Raro y Cuñataí Güirá es la Chica Halcón.
Cada uno tiene su versión del conurbano: honda, oscura, plagada de retórica ochentosa, recuerdos de programas de televisión y hasta un revival de canciones, que será fundamental para la banda de sonido.
El realizador, que fue editor de la revista La Cosa, ya viene destacándose en el cine de género. “Diablo” y “Socios por accidente” son dos de las películas que tienen esa impronta (la acción, el policial, los superhéroes) como su estructura de base.
Aquí, Nafta Súper y su pandilla adoptan la amistad como forma de resistencia ante una sociedad que los margina y que tarde o temprano buscará eliminarlos. La resistencia es una fuerza que cruza la novela y la película por completo, y que se manifiesta en forma tanto grupal como personal, pues cada uno de los miembros de la banda es resiliente por sí mismo, pero sólo pueden hacerle frente al mundo cuando se unen.
Loreti suelta un deseo: “Que más películas hagan una adaptación del mundo del comic a un mundo realista argentino. Eso estaría buenísmo. Nosotros queremos contar una historia que se cuente más allá de los superheroico. Una historia de redención y lealtad”.
"Kryptonita", ahora en viñetas
La película que se encuentra actualmente en las carteleras de los cines ahora llega en versión comic.
Kryptonita, se sabe, describe un “mundo alterno” que transforma a los héroes referentes de DC Comics en personajes oriundos de Buenos Aires. A días del estreno, ya se había confirmado que tendría una nueva adaptación.
Los guiones de la historieta estarán a cargo de Federico Reggiani, con los dibujos de Kwaichang Kráneo, tintas de Max Aguirre y colores de Ángel Mosquito.