En la mira. Así está Gabriel Heinze.
¿Qué significa esto? Que su futuro como entrenador del Tomba no está asegurado en lo inmediato.
El Gringo no puede dar ni un paso en falso, y encima se le viene el clásico cuyano frente a San Martín de San Juan.
Sí. Está claro. Una derrota en el derby del sábado puede significar la salida del entrerriano de la Bodega.
Los dirigentes no se cansan de destacar el gran trabajo que hace el adiestrador en la semana y su profesionalismo, aunque también son conscientes de que en el fútbol (y en todos los deportes) mandan los resultados, y estos están lejos de lo soñado cuando contrataron al ex futbolista de Newell's.
La corta etapa de Heinze (8 partidos con un triunfo, dos empates, cuatro derrotas y un juego suspendido donde pierde 1-0) no es la esperada y, además, está manchada con otros condimentos que hacen un combo a punto de explotar.
Más allá de la pobre campaña del equipo, la incómoda situación del DT al no poder ingresar al campo de juego, también es una mochila que tiene peso a la hora de las evaluaciones.
A esto se suma que la gente ya dio su veredicto y pidió el alejamiento del entrenador.
No será un partido más el que vivirá el Expreso en Pueblo Viejo. Se juega más que tres puntos. Es un clásico y sobran las palabras.
Y puede marcar el fin de una era muy corta con innumerables aristas que nunca terminaron de cerrar.
