La información producida por la Evaluación Aprender requiere ser analizada integralmente, destacando en primer lugar los avances más significativos por nivel, disciplina y escuela. Me sorprenden expresiones muy taxativas, como las del presidente Mauricio Macri que calificó como “muy malos, sorprendentemente malos los resultados”. El ministro de Educación, Esteban Bullrich, aseguró que “los resultados son malos en general, revelan una terrible crisis educativa y ponen sobre la mesa la extrema fragilidad en la calidad educativa”. Y el Director General de Escuelas de Mendoza, Jaime Correas, manifestó que “la situación no es buena”.
Se enfatiza lo que está mal, sin reconocer los esfuerzos cotidianos de muchas escuelas, supervisores, directores, docentes, auxiliares, alumnos y padres por sostener y mejorar los resultados. Para alcanzar un buen diagnóstico de la realidad educativa en el balance tienen que pesar los logros y los progresos, así como las dificultades y los problemas.
A los responsables provinciales e institucionales de la gestión educativa les compete analizar qué peso tienen las estrategias y programas educativos, la capacitación de los docentes y directivos, los materiales educativos, los edificios escolares, los salarios y las condiciones laborales de los docentes, el presupuesto educativo.
Es importante que se identifiquen los programas que por su continuidad y buenos resultados se convirtieron en políticas de Estado sobre temáticas prioritarias. Un buen ejemplo es la Doble Escolaridad iniciada en gestiones anteriores que luego se actualizó como Jornada Extendida, brindando más tiempo y actividades complementarias que apoyan a los alumnos con mayores dificultades. En el nivel secundario su equivalente fueron los Planes de Mejora, otorgando a cada escuela disponibilidad de recursos para implementar en contra turno acciones de apoyo educativo y de profundización de contenidos.
Finalmente, es conveniente tener en cuenta el papel que juegan variables socioeconómicas como la pobreza y el desempleo, que impactan negativamente en los resultados educativos, produciendo situaciones que no es competencia de los equipos docentes resolverlas.