Los temporales de nieve y viento registrados durante los últimos días en Alta montaña llevaron a que el tránsito en el Paso internacional Cristo Redentor (límite entre Argentina y Chile, desde Mendoza) estuviese interrumpido de forma intermitente desde el miércoles pasado a última hora.
De hecho, durante el fin de semana directamente no fue habilitado precisamente por las inclemencias climáticas y recién quedó habilitado a las 14 de ayer.
Más allá de esta situación -y las complicaciones para quienes quisieron viajar vía terrestre durante los últimos días-, estas nevadas no han sido suficientes como para mejorar la acumulación de nieve con miras al pronóstico anual de escurrimiento que elabora el Departamento General de Irrigación. De hecho, según destacó el director de Gestión Hídrica del DGI, Rubén Villodas, "va a ser un año seco para todos los ríos de la provincia".
No obstante, indicó que prorrogaron una semana el cierre del mencionado pronóstico, precisamente para tener contemplado en el trabajo las recientes precipitaciones; más teniendo en cuenta que las nevadas juegan roles claves en lo que a abastecimiento de agua en los cauces se refiere.
"No va a cambiar la posibilidad de pronóstico seco para todos los ríos. Principalmente porque durante los primeros 10 días de setiembre se inició la fusión y estas nevadas se pierden muy pronto. Aportan al derretirse como recarga de acuíferos y para mantener los niveles, pero no aportan ni generan en el pronóstico de escurrimiento", resumió Villodas.
Por su parte, el investigador del Ianigla y miembro del grupo de meteorología, Juan Rivera, también destacó que difícilmente cambie la situación.
"Hasta el miércoles pasado -justo cuando arrancaba el período de mal tiempo- la estación nivometeorológica de Horcones tenía un acumulado nulo. Por las fotos de estas nevadas y estimando a ojo, debe haber acumulado entre 50 y 70 centímetros, incluso podría ser menos. Para mover la aguja tendríamos que hablar de un temporal con acumulados de 2 metros de nieve, e incluso así -teniendo en cuenta que la condición de sequía responde a un déficit de agua que se ha acumulado en el tiempo-, creo que seguiríamos con problemas para el verano", indicó Rivera.
Además, destacó que teniendo en cuenta el pronóstico extendido para Alta montaña, hasta el sábado no se observa ninguna otra tormenta.
Ya en julio, el DGI había advertido que hasta fines de ese mes apenas había nevado 30% del promedio anual en la zona centro - norte de Mendoza. No obstante, en aquel momento aún se aguardaban con optimismo las posibles nevadas tardías de agosto y setiembre, aunque estas no llegaron (o al menos, no de forma significativa).
Algo mejor en el Sur
La inestabilidad se mantuvo durante los últimos días en toda la alta montaña, no sólo en Mendoza, sino en todo el país. De hecho, y pese a que ya cesó el temporal en los Andes mendocinos, las tormentas de nieve se mantenían hasta ayer en Neuquén, Río Negro y Chubut.
En la cordillera mendocina, la mayor precipitación nívea se registró en el Sur. "En la zona del Valle Hermoso (Malargüe) hay acumulados 250 milímetros y estamos muy cerca del máximo anual (256 milímetros).
Allí si se va a notar una diferencia. Pero en las cuencas del Río Mendoza y del Tunuyán, prácticamente no ha nevado ni va a nevar", sintetizó Villodas.