Lazio conquistó la Supercopa italiana al imponerse por 3-2 a Juventus en un partido emocionante, en el que estuvo por delante 2-0 y fue remontado hasta el 2-2 por un doblete del argentino Paulo Dybala, antes de hacerse con el triunfo en el minuto 93.
El joven Alessandro Murgia, formado en la cantera del Lazio, fue quién empujó a la red, en el tiempo de descuento, el balón que valió la cuarta Supercopa de la historia del Lazio y que acababa con un Juventus que había logrado levantar una desventaja de dos goles entre los minutos 84 y 90.
Los turineses disputaron un partido insuficiente hasta la recta final y solo un gran Dybala, que estrenaba la camiseta número 10, había logrado reabrir un encuentro que terminó merecidamente en las manos de los romanos.
Lazio tuvo un solitario susto en el minuto 3, cuando el colombiano Juan Guillermo Cuadrado casi anota el primero. De allí en más tuvo un crecimiento constante.
La superioridad del conjunto romano tuvo premio en el minuto 32, cuando el portero Gianluigi Buffon derribó en el área a Immobile y concedió una pena máxima; el propio delantero transformó con autoridad y firmó el 1-0 con el que los dos equipos se fueron al descanso.
El conjunto de Allegri encaraba la reanudación con la obligación de cambiar de actitud tras una primera mitad insuficiente, pero siguió en gran dificultad y fue nuevamente castigado por Immobile en el minuto 54.
El internacional italiano selló su doblete personal al cabecear un centro de Marco Parolo y le dio al Lazio una merecida doble ventaja.
Ese gol parecía sentenciar el encuentro, pero Juventus, impulsado por la entrada de Douglas Costa, logró recortar distancias en el minuto 84 gracias a un tiro libre de Dybala.
Con el 1-2 en el marcador, los turineses encerraron a Lazio en su mitad de campo y consiguieron una inesperada igualada en el 90, cuando el brasileño Álex Sandro consiguió una pena máxima que Dybala transformó con gran personalidad.
En un estadio dividido por el miedo de los romanos y la euforia de la hinchada turinesa, el belga Jordan Lukaku entró al área con una gran jugada personal y ofreció a Murgia el balón que puso el 3-2 para Lazio.
Ya no hubo nada que hacer para Juventus, que tuvo que ver como el club romano rompía una racha de 10 derrotas consecutivas contra los turineses y levantaba la cuarta Supercopa de su historia.