Neymar y Alexis Sánchez no vestirán la misma camiseta, el azar del Mundial 2014 los puso frente a frente: Brasil y Chile se enfrentan por la permanencia en el torneo y el empate no es una opción, será un duelo a muerte.
El estadio Mineirao de Belo Horizonte, desde las 13, será el escenario del primer partido de los octavos de final de la Copa. De los 32 equipos participantes, 16 pasaron a la siguiente fase y siete son latinoamericanos.
Así, en la siguiente fase, Brasil o Chile encara otro duelo sudamericano: Uruguay, sin Luis Suárez, o Colombia.
El Brasil-Chile será un partido difícil, cerrado, agresivo. Mucho está en juego sobre todo para el local, que tiene la “obligación” de alcanzar en su casa la sexta estrella.
La Roja ya tiene una página en la historia con la victoria sobre España (2-0), pero si elimina a Brasil, canciones se escribirán en su honor.
¿Favorito?
Brasil mostró un fútbol más convincente y sólido en su último partido contra Camerún (4-1), después de algunos trastabilleos en el inicio. Chile por su parte cayó en su último encuentro ante Holanda pero mostró garra.
En ambos juegos, Neymar y Alexis, que visten la camiseta del Barcelona, fueron protagonistas. Los últimos dos partidos entre ambas escuadras en Mundiales se han celebrado en octavos y en las dos Brasil ha goleado: 4-1 en Francia-1998 y 3-0 en Sudáfrica-2010. En total son 67 partidos y 47 victorias para la “canarinha”, que selló 13 empates y sufrió apenas siete derrotas.
Con todo y estos números reina cualquier cosa menos exceso de confianza dentro de la “familia Scolari”. “Si pudiera escoger, escogería otra selección”, dijo Scolari al final del partido con Camerún.
El entrenador ha visto el nuevo Chile y su evolución en los años. En dos partidos amistosos el año pasado, un empate (2-2) en el primer partido de la nueva era Felipao, y 2-1 en Toronto.
“La mayor calidad de Chile es la aplicación táctica”, dijo Fred, el “hombre gol” que con bigote despertó contra Camerún y espera seguir sumando goles.
¿Catimba?
Brasil mira con cautela la velocidad y el juego colectivo de Chile, pero también en la “catimba”, un término que en Brasil se usa para describir el fútbol sucio. Es una etiqueta que Brasil pone en todos los equipos sudamericanos, excluyéndose.
“Nosotros no tenemos que caer en eso (...), tenemos que jugar a fútbol, jugar con alegría”, declaró esta semana el atacante suplente Willian. Comandado por el argentino Jorge Sampaoli, Chile mostró que no vive de “catimba”, sino de un juego vistoso.
El entrenamiento del jueves, cerrado a la prensa, fue interrumpido por un helicóptero de una televisión brasileña Globo que se postró por unos minutos encima del campo y obligó a cerrar más temprano el trabajo.
“Intentamos pegarle pelotazos al helicóptero, pero no hemos podido conseguirlo”, bromeó el mediocampista Mauricio Isla.
Amigos y rivales
Neymar no sólo enfrentará a su “amigo” Alexis Sánchez hoy, sino que podría darle una cucharada de su chocolate de goles al arquero Claudio Bravo, nuevo jugador del Barça.
Scolari entrenó en los últimos días a las 13 horas para aclimatar al horario del juego. La única modificación en el once brasileño será la entrada de Fernandinho que tuvo una destacada actuación en el último juego y ocupará la titularidad del apagado Paulinho.
También sigue de cerca una lesión en la espalda del zaguero David Luiz, que lo obligó a abandonar el entrenamiento.
La duda chilena estaría en el ingreso de Gary Medel, que habría terminado la práctica matinal con molestias en un tobillo. La estadística está del lado de Brasil, pero hay optimismo se vistió de rojo.
“Si yo pensara que vamos a perder el partido ante Brasil, voy a mi pieza, pesco mis cosas y me voy. Hay respeto, pero creo que les vamos a ganar”, afirmó Alexis.
